1-. Amigos.

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( . . . ) "Y entre las estrellas, la luz de la luna y aquellos sonidos suaves que solo la noche podría ofrecer, aquellos dos enamorados jóvenes estaban con sus dedos entrelazados, pero no era lo único que los unía, si no también (...)"

— ¿Qué tanto escribes, Takeru? — Interrumpido por la voz tranquila de su amigo, el joven estudiante solo cerró con velocidad su cuaderno, el cual parecía estar escribiendo una novela romántica.

— L-la tarea. ¿Qué más estaría escribiendo? — Una risa nerviosa domino al albino, por aquella acción Yusaku solo alzo una ceja.

— Entonces, me dejaras verla, no la copie por estar mirando otra cosa. — Y solamente se cruzó de brazos, rodeando el escritorio para sentarse al lado de su compañero.

— ... Si te distraes es culpa tuya, no te ayudare, tienes que prestar atención, además ¿Qué mirabas? Tiene que ser algo importante para distraerte. — Sus pensamientos ahora parecían estar buscando una salida rápida al lio en el que se metió. Pero ante dicha pregunta, pudo notar como la mirada del peliazul se desviaba hacia una mujer. — Zaizen Aoi...— Susurro Takeru, abrazando con fuerza el cuaderno que trataba de esconder, suspiro casi decaído, llegando a la conclusión de que sus deseos solo serían eso... Deseos.

— ¿Dijiste algo? — Apenas los ojos verdes del contrario pasaron por el rostro del contrario, mirando aquellas acciones, pensó para sí mismo que quizá no estaba escribiendo la tardea. ¿Un diario íntimo? Quizás por eso se había puesto así de nervioso. — Pensé que solo las mujeres tenían Diarios Íntimos. —

— Oh bueno, la verdad... Una amiga de la infancia me dijo que tener un cuaderno para escribir suele ser un buen modo de mantener el cerebro activo. — Y nuevamente estaba pensando sobre la marcha.

— ¿Necesitas escribir para mantener el cerebro activo, a pesar de que estamos en la escuela, resolviendo ecuaciones? — No parece que bajara la ceja muy rápido.

— Bueno... Las matemáticas y las computadoras no son lo mío. — Dentro de su disco de duelos, Flame acaba de palmearse la cara.

— Eso lo puedo ver, bueno en todo caso. — El timbre del descanso había sonado, y nuevamente la mirada de Yusaku fue hacia Aoi ¿Por qué estaba interesado en ella? Takeru comenzaba a pensar que no podría contra ella, incluso pensó en que con tantas chicas lindas en la escuela elije verla a ella, bufo.

El descanso pareció haber durado poco realmente, fue esos minutos que disfruto de la soledad pero con la compañía de Yusaku, deseaba estar más tiempo a solas con el peliazul, pero apenas sonó la campana se puso de pie, Takeru solo lo miro y siguiendo al contrario se puso de pie también.

— ¿Qué tanto buscas con la mirada Yusaku? — Le llamo la atención como sacudía la cabeza buscando "Algo".

— Nada. — Ante esa respuestas Takeru supo a quien buscaba, incluso lo vio comenzar a caminar, lo siguió ¿Qué otra cosa podía hacer?.

La ultima hora de ese día había terminado, se despidieron ambos amigos y cada uno fue por su lado, las estrellas comenzaban a ser presentes mientras Takeru caminaba a su hogar.

— Curioso escrito, Takeru. — Comento Flame, mostrando la mitad de su cuerpo. El mencionado no comento nada hasta que llego a su casa, se quitó el disco de duelos, dejándolo en la mesa de noche, Flame aún estaban ahí mirando como su niño solo caminaba por todo el cuarto, tirando sobre la cama aquella playera blanca que usaba como pijama. — Mmn, que niño. — Susurro el monigote, ahora observaba como se quitaba casi todo y solo se ponía aquella playera tirándose en la cama boca abajo. — Se te olvida "esto". — Rio con sarcasmo tomando entre sus manos algo bastante... Curioso que el joven tenía, exactamente era un peluche de Playmaker. Como no vio respuestas de Takeru solo suspiro, salió del Disco, tomando el peluche, camino por toda la mesita hasta subir a la cama, se sentó en la almohada, cruzándose de brazos, con una mano se apoyó de la almohada y la otra sostenía el tan extraño peluche. — ¿No pensaste hablar con él? —

SunflowerWhere stories live. Discover now