7.- Girasol marchito.

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"La vida, tan egoísta y el ser humano tan metido en ella, siempre pensando en los momento cruciales, momento de dolor, pero en el ultimo minuto, en el último respiro que deja escapar nuestros fríos y pálidos labios, es ahí, el momento en el que recordamos, que nuestra vida no solo fue a base de dolor, si no que apreciamos esos mas hermosos recuerdos que hacen palpitar el corazón pero que son imposibles de hacernos levantarnos, por que nuestro ultimo respiro escapo antes de recordar aquellas cosas que la tristeza opaco con su oscura presencia..."

Pero ahí estaba él, un girasol con sus recuerdos pasando frente a su ultimo suspirar, la maquina a su lado solo marcaba como los latidos de un corazón destruido se iban apagando, marchitando su vibrante color, volviéndolo a él la frívola mirada de la muerte, esa que un día vio cuando tuvo que llevar flores a las tumbas de sus padres.

— ¿Donde... Donde estoy? — Los ojos violetas del menor, mostraron una luz blanca, cegadora, entrecerro sus ojos mirando una figura casi familiar.

Estas mas allá del Nirvana*. — Esa voz femenina reactivo los recuerdos del albino.

— ... ¿Mamá?... —

La llamada "madre" del joven, se acerco hasta él, quien cálida como una madre abrazo el cuerpo del mas bajo, llenándolo de amor en el mas sincero acto que una mujer puede brindarle a alguien de su creación. — Mi niño... ¿Que te han echo? — Unas lágrimas como diamantes caían de los ojos de la mujer.

SunflowerWhere stories live. Discover now