8.- Familia.

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El segundo día de una nueva vida había dado comienzo en esa mañana donde Takeru y Judai desayunaron juntos, el castaño le daba sus galletas de crema al menor, él estaría bien con solo el té, sabia que el niño paso por un momento muy crudo, verlo sonreír al recibir los dulces era algo que adornaba de felicidad el corazón del adulto, con un leve suspiro, la mano de Judai acaricio paternalmente la cabeza del albino, desordenando sus cabellos mas de lo que ya estaban.

— Es agradable pasar tiempo contigo. — Comento este regalándole una sonrisa.

— También es agradable pasar tiempo con ustedes dos, son muy amables conmigo. — Le dio un mordisco apenado a la galleta.

— Bueno por lo frágil de tu situación debemos ser el doble de suaves contigo, así que esta bien, puedes pedirnos lo que quieras y lo tendrás. —

Ante lo que dijo el alegre sujeto, Takeru dejo de lado el desayuno. — ¿Puedo pedir un abrazo? —

No dijo nada y extendió sus brazos, rodeando al menor, le palmeo la cabeza tratando de consolarlo. — ¿Como te sientes hoy? —

— Estoy mejor, gracias Judai. — Se acuno en el abrazo, suspirando con tranquilidad.

— ¡Puedes decirme papi! — Soltó una carcajada.

— ¿De verdad? —

Judai se separo del abrazo, no por que le molestara, si no para poder verlo. — Yusei y yo somos hombres, aun la ley nos deja adoptar hijos y biológicamente no podemos tenerlos, en cuanto Yusaku nos comentó que su amigo estaba mal. Aceptamos de inmediato, tenemos mucho amor paternal que entregar y bueno, eres adorable. —

Una suave sonrisa se dibujo en los labios del menor al sentir que ahora tenia otra vez su familia. — Esta bien. Entonces Yusei sera papá y tu papi. —

— Yusei también me dice papi. — Sonrió con perversión.

— ¿Dijistes algo? — No le presto atención.

— Dije que si quieres ver que hace Yusei. — Se rasco la nuca.

— ¡Claro me gustaría! — Alzo sus brazos emocionado.

Aunque no solo la mañana comenzó para ellos.

Yusaku despertó con la idea de visitar a su amigo, se puso un suéter azul, pantalones jean y zapatillas azules, bajo apresurado las escaleras y llego a la puerta, sin decir nada ni siquiera despedirse de Robboppy quien le dio los Buenos Días y el Adiós al verlo correr tanto.

— Amo estará ocupado hoy. — Comento Robboppy.

— Vamos vamos, te mostrare algo genial. — AI movió su mano llamando a la inocente robot.

El camino de Yusaku se basó en arrancar flores bonitas de jardines expuestos y huir de los insultos de las señoras que celosamente cuidaban sus jardines, todo sea para conseguir un bonito ramo de flores, aunque sabe que se marchitarán al caer la noche. — Quisiera ser multimillonario y poder comprar cosas mejores para él. — Susurro para si mismo, estaba por llegar a la casa del menor cuando en esa misma acera vio al albino provenir del lado derecho. Este traía bolsas de mercado.

— Yusaku. — Dijo con arrogancia al notar las flores.

— Ryoken... ¿Que traes? — Alzo una ceja señalando con la cabeza las bolsas.

— Oh.~ nada, cosas insignificantes. — Sonrió.

— Ajá. —

— Bueno bueno, ya que tan curioso, solo tengo humn... Los mejores Pomelos traídos de Argentina, recién cosechados, sin alteraciones, fruta 100% natural, manzanas de los mejores manzanos de Europa, de Europa mediterránea las mejores y mas dulces uvas, entre otras frutas como fresas, duraznos, plátanos, todo traído de cosechas naturales, el embarco llego hoy en la madrugada. — Se encogió de hombro.

SunflowerWhere stories live. Discover now