5.- Cosa de jovenes, la confesión de un Girasol.

40 4 19
                                    

La voz de Takeru había sonado un tanto extraña para Yusaku, quien al oírlo solo le quedo mirando como si no podría hacer otra cosa, un suspiro pesado abandono los labios del peli azul, quien apenas había puesto un pie en la entrada a la escuela, la alarma de bomba comenzó a sonar. — "Esto no es un simulacro, abandonen el establecimiento de inmediato" — El megáfono central había dado la advertencia, todos comenzaron a correr y por la conmoción Takeru casi pierde de vista a Yusaku, quien al final tomo su brazo y arrastro al albino fuera de todo, ambos corrieron un largo tramo tomados de la mano; una vez lejos, soltaron ese cálido agarre y apoyaron sus manos en sus piernas, respiraban agitados, mas que nada Yusaku.

— Siempre... Siempre estas en la computadora, Yusaku. — Bromeo el albino.

— Bueno... Soy..  El héroe... Ahhff .. — Levanto su dedo índice, pidiéndole un tiempo.

— Eres el héroe de Vrains y el mejor hacker del mundo, no tienes tiempo para hacer algún deporte, lo se, Yusaku. — Palmeo la espalda de su amigo, sonriendole amable.

Pasaron unos minutos, Yusaku ya se había recuperado bastante, acomodo su ropa. — Muy bien, ya estoy mejor. — Tosió un poco. — Parece que fue otra broma. — Refunfuño.

— Es normal que se lo tomen en serio, hace tiempo pensaron que era una broma y exploto todo realmente. — El albino se encogió de hombros.

— Es cierto, muchos murieron en esa explosión... Pensar que eso paso cuando nosotros... — Iba a hablar de aquel caso, pero al recordar el fallecimiento de los padres del otro menor solo hizo silencio.

— Paso cuando estábamos bajo las manos del Dr. Kogami. — Dijo sereno. — Bueno... Supongo que las clases se suspenden por hoy ¿Quieres ir a pasear? — Inclino su cabeza.

— Suena bien. — Asintió con la cabeza, se puso del lado de Takeru y comenzaron a caminar.

De una camioneta familiar, para nada llamativa, un hombre los estaba vigilando, de brazos y piernas. — Avanza. — Susurro a su chofer quien comenzó a avanzar lentamente.

Los adolescentes no notaron ese movimiento, o al menos Takeru no lo noto.

[ . . . ]

De tanto caminar llegaron a una plaza, columpios, toboganes, subí y bajas, entre otros juegos capturaron la infantil mirada de Takeru, el peli azul noto esa emoción y simplemente palmeo la espalda del menor. — Somos héroes. —

Takeru bajo la mirada, es cierto que los héroes solo se comportan como tal. — Lo se. —

Yusaku noto ese "decaimiento" en el contrario. — Pero... —

— ¿Pero? —

— No somos héroes aquí, si no en Vrains, nadie nos conoce fuera de Playmaker y Soulburner. — Una sonrisa genuina se dibujo en el rostro amargado de aquel joven.

Por supuesto que Takeru entendió lo que quiso decir, tomo la mano contraria y lo arrastro hasta los columpios. Aquel auto llego donde los niños estaban, estaciono bajo un árbol, quien anteriormente los espiaba, volvió a hacerlo. — Curioso. —

La mañana para estos dos jóvenes paso prácticamente rápido, Takeru no se quería despedir de Yusaku, había pasado una tarde excelente; con la tarde encima de ellos, abandonaron la plaza, caminaron juntos hasta el puesto de Kusanagi, donde pidieron dos hotdogs para ellos.

Un hombre encapuchado se sentó cerca de la mesa de los amigos, Yusaku miraba con intriga a ese tipo, básicamente fue el único en notar que alguien los seguía.

SunflowerWhere stories live. Discover now