Sunflower

9.- ¿Con quien te quedas?

El año escolar ya había acabado, pisaba Diciembre, con ello el casi final de un año caótico para el albino de mechas rojas, Yusaku termino ese año escolar, Ryoken pudo entrenar a sus lacayos para que hicieran su propio trabajo, ya que tenia otros planes.

Por vacaciones fue que Judai y Yusei salieron de viaje a unas playas, por lo que el albino mas grande y el peliazul cuidarían al otro albino, sus heridas ya se encontraban sanas, podía caminar por su cuenta, los tres chicos desayunaban, almorzaban, merendaban y cenaban juntos.

Habían días donde Yusaku salia a caminar con Takeru y otros donde Ryoken lo llevaba al parque de diversiones, cuando los tres salían juntos, el ambiente se volvía completamente tenso en donde sea que vayan, como en aquel restaurante, donde Ryoken y Yusaku no dejaban de mirarse con molestia, ellos seguían discutiendo con la mirada, no hacían ruido, no se gritaban, sabían que Takeru aun estaba algo sensible, pero el menor no tenia ni un poco de tonto, podía notar esas chispas que salían de sus ojos al verse, eso lo ponía mal, aunque se mantenía en silencio.

Algunos días pasaron, exactamente una semana desde que se quedaron con él. Pero no siempre se pueden quedar en silencio. Caía la noche, Takeru se había ido a dormir temprano por el dolor de cabeza y la fiebre alta, Ryoken y Yusaku quedaron en la cocina.

- No necesito que estés aquí, Ryoken. - Yusaku se cruzo de brazos.

- Me necesitas si, tu no puedes bañarlo. - Gruño Ryoken.

- Él no necesita que le estemos tan encima, ya esta mejor. - Bufo.

- Tu no entiendes Yusaku. -

- El que no entiende eres tu. -

- ¿Que no entiendo? Solo entiendo que haces escenitas de celos cuando estoy muy pegado a él. - Lo miro molesto.

- No hago escenas. -

- Fuiste claro con él, no lo amas, ¿Por que seguir dándole malas esperanzas? - Se río.

- Ryoken, no le doy malas esperanzas, él no me gusta, no siento amor, ¡Takeru no me gusta! Es un niño, no me gustan los hombres, solo soy bueno con él por que soy su amigo, él es mi mejor amigo, es obvio que voy a tener cierta necesidad de cuidarlo, mas cuando por mi culpa termino ... Donde término. -

Por desgracia, Takeru había escuchado ruidos en la cocina, por lo que al ver a los mayores ahí, solo se quedo escondido, apoyando su espalda contra la pared, escucho lo que dijo el peliazul, cubrió sus labios, las lágrimas no tardaron en caer, corrió hasta su cuarto, donde comenzó a llorar.

Yusaku siguió susurrando cosas para no "despertar" a Takeru, pero Ryoken escucho unos conocidos sollozos. - ¿Es mi imaginación? - Miro a todos lados. - Callate, escucho llantos. - Empujó a Yusaku hacia un costado y siguió los sollozos hasta que se hicieron mas notorios. - ¿Takeru? - Golpeo la puerta del cuarto.

- ¡Vete! No quiero verlos. - Cerro su puerta con llave.

- ¿Porque no? - Yusaku siguió a Ryoken y escuchó lo dicho por el menor.

- Ya vayanse, estoy bien solo, puedo vivir solo. -

Se escuchaba su voz ir y venir, como si caminara por la habitación.

- Si no abres la puerta, la tiraré abajo. - Suspiro Ryoken.

- ¡NO! -

Escucharon un ruido de cosas cayendo, Ryoken miro a Yusaku y golpeo la puerta con el costado de su cuerpo, en el tercer intento hizo volar uno de los tornillos de la cerradura y romper la madera del marco. Fue cuando vieron a Takeru sentado en el suelo, con lapices esparcidos por todo el suelo.