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4.- Estúpidos Niñatos (#JulsGomez)

Fui a ese instituto norte-americano a dar una charla y las cosas se fueron de las manos. Ese era un colegio de locos y maleducados.

Ese día entre algo deprimida a la clase, aunque no lo crean la vida de un famoso no es de rosas. Por lo cual la mía tampoco lo era. Había discutido con mi prometida esa mañana y no tenía ganas de tolerar malas actitudes aunque por eso me tacharan por una famosa cantante que se cree superior a los demás.

Cuando entre allí todos estaban levantados, hablando, leyendo, jugando, incluso algunos fumando con vapers. Aunque eso no me sorprendía, era la edad. En mi instituto también paso eso en tercero de la ESO.

Lo que me llamo la atención fue una chica morena, guapísima, pidiendo que cerraran la venta porque tenía frío. Titiritaba cosa que no me extrañaba estábamos a mitad de invierno y aunque yo normalmente era inmune al clima sabía que para algunos era un problema. Por mucho que algunos niñatos tuvieran calor, el frío esta siempre por delante porque si uno tiene frío las defensas se desactivan desprotegiendo el cuerpo para calentarlo y entonces era cuando enfermamos.

- Cierra la ventana por favor, tengo frío.- Dijo la chica amablemente desde su sitio.

- Pues te jodes yo tengo calor, abrígate.- Dice el chico arrogante. Probablemente el típico pijo que se creía superior a los demás. Siempre visten de marca y alardean de su dinero. Su ropa nunca vale menos de 100 dolares, no importa que sean unos calcetines. Conocía más de uno de esos, uno por ejemplo es el ex-novio de una de mis amigas, Johan. Se llama Frank y realmente me causo varios problemas hasta que recapacito.

- Ya estoy abrigada, tu quítate ropa. Yo llevo mi chaqueta.- Dice la morena.

- No.- Dice él. Y bueno, realmente preferiría que no se sacase la ropa, seguro y tenía pelos en las axilas. Eso fue algo que nunca me gusto en los chicos, me parecía feo a parte de que quedaba muy mal. Además ya estaba en manga corta, a no ser que se sacase la camiseta dudo que pudiese hacer algo más.

- Chico lo siento por ti pero el frío va por encima de la calor.- Le digo yo haciendo que los alumnos se den cuenta de mi presencia. Aprieto los libros que llevo contra mi pecho, para que piensen que soy vulnerable y fácil de manipular. Así algunos se comportan mal y no me respetan pero los puedo poner en su sitio de forma más sencilla.- Cuando uno tiene frío se desactivan las defensas para...- No me deja terminar, eso me irrita pero mantengo mi Poker Face.

- Cállate.- Me dice.

- Ella tiene razón.- Dicen unas chicas.

El chico se encoge de hombros y se acerca a la ventana, pero yo se que no es mi victoria. Por algo estudia psicología, entiendo a los humanos. Sabía que abriría más la ventana, pero esa me la guardaría, normalmente no pero algunos días soy algo vengativa.

Como supuse el chico en lugar de cerrar la ventana la abre más, hasta el tope. Sabía que no la ajustaría, eso haría que sus amigos lo vieran como alguien fácil de manipular, o que se deja por mujeres y lo chincharían. A veces los amigos no son tan buenos como parecen, a veces se tienen que meditar esas cosas.

Suspiro acercándome a la mesa del profesor, allí dejo mis libros. Uno de psicología, uno de ley y otro de Rick Riordan. Nunca me cansaba de leer los libros de ese aclamado autor norte-americano. Tome mi bolsa del ordenador y saque el ordenador, conectando todo en cuestión de pocos minutos. Cuando estuvo todo instalado me llego un mensaje de mi prometida. Iona Fernandez. Me decía que se disculpaba que estaba algo irritada con que no tenía tanto tiempo para ella desde que había vuelto a ese mundillo. Sonreí y le dije que no era la única que tenía que pedir perdón pero que lo hablaríamos después porque tenía que dar la charla.