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12.- Esperanza (#Korrasami)

La esperanza es lo que nos mantiene en vida, nada de órganos, ni células, ni oxigeno.... Cuando perdemos la esperanza, nada tiene sentido y nos tiramos al vació. Por eso el dicho: La esperanza es lo último que se pierde. Por que una vez esta perdida nada te incita a seguir luchado. Y el problema es que Asami estaba perdiendo la esperanza de volver a ver a Korra, algun día.

Llevaba tres años esperando a que esa terca chica volviese, enviándole cartas y llorando a solas algunos días. Lo cierto es que le había devuelto una carta donde le confesaba que era a la única a la que había sido capaz de responder. Ella comprobó que la avatar decía la verdad cuando le pregunto a otros amigos cercanos a ella que no habían recibido respuesta, no es que no la creyera pero... Prefería comprobar. Se sentía especial al enterarse.

Pero en esas cartas, aparte de que no le contaba mucha cosa, parecía como que trataba de evitar un tema en concreto todo el tiempo y se dedicaba a elogiarla, su inteligencia, su belleza, su mente fría como la llamaba ella.

Aunque tampoco es que la culpase, ya que ella misma también evadía un tema en concreto en cada una de las cartas. Porque ni borracha le contaría por una carta que estaba colada por las trancas de ella. Sería un suicidio pensar en ello y ver que no llegaba ninguna respuesta.

Obviamente no le iba a decir por carta que esta enamorada de ella, pero aguantar ese secreto la estaba matando, mientras se alimentaba de su esperanza como todo parasito inmune a cualquier tratamiento.

De todas formas tenía la esperanza que aquello que la ojiazul evitaba hablar era que se sentía igual a ella, pero como todo el mundo decía soñar es gratis y para ello se veía imposible que fuese eso. O de cualquier forma había muy pocas probabilidades de que así fuera, se decía Asami.

A veces pensaba que todo ese tema romántico era tan cliché, pero después se daba cuenta que al fin y al cabo todo era un gran cliché, porque todo había pasado en algun momento. Los amigos que se acaban enamorando, los enemigos, amigos con derecho a roce, policia y ladrón, jefe y secretaria... Todo es un gran cliche al final.

Pero todo la estaba agotando poco a poco. Sabía que ella y Korra al principio no se llevaban muy bien por su relación con Mako pero ella había visto que sus celos no se debían a que estaba enamorada de Mako, sino que lo estaba de Korra. Y aunque le costo un poco aceptarlo, ya que no era algo que se solía ver por allí, al final se dejo sentir lo que su corazón dictaba que era lo correcto. Y entonces empezaron a ser cercanas y se preocupaban la una por la otra. Y llegaba al punto de que le dolía estar separada de la maestra de los cuatro elementos.

De pensarlo se sentía estúpida, pero no podía evitar sentirse bien al lado de ella. ¿Pero eso era el amor, no? Sentir que es una estupidez, aunque sea placentera. Que cada pequeño acto la podía mandar al limbo, o a un dolor tan punzante que no era ni capaz de razonar. Eso le paso cuando la vio destrozada por lo que Zaheer había hecho.

Así que hoy era el día final, el cual si la avatar no aparecía lo dejaría todo correr. ¿Acaso tres años no eran suficientes?

Se levanto totalmente desanimada, siguiendo la misma rutina de siempre. Lo único que cambió fue que de camino al trabajo escucho esa canción, que no escuchaba desde que Korra se había ido. See You Again sonaba con más fuerzas que nunca y sintió algo, como una señal.

Y no había interpretado mal las señales del destino, porque ese mismo día se encontro con Korra entrando a su oficina cuando ella estaba en pleno trabajo. Había decidido ir a verla primero que a nadie.

Nada más verla se tiro a abrazarla, para sentir que eso era real. Y sin poder evitarlo lloro sobre su hombro, mientras esta le devolvía el abrazo con las mismas fuerzas. Estaba rebosante de alegría, no podría haber escogido un día mejor para volver. Se veía recuperada. Tenía el pelo corto, ya no tenía esas coletas. Pero le quedaba muy bien, estaba más hermosa que nunca.

- Oh, Korra. Te eche de menos.- Le dijo ella.

- Yo también 'Sami.- Dijo Korra en un sollozo.- Te amo, no puedo resistir. Estoy enamorada de ti.-

Sin poder creérselo la aparto de ella y la agarro de las mejillas mientras la hacía mirar a sus ojos, solo vió sinceridad. Entonces se lanzó y la beso.

El resto de la tarde se lo pasaron besándose en su despacho, sin que nada más importara.

Estuvieron saliendo y cuando se acabo toda esa locura de la guerra,Korra le pidió de ir al mundo de los espíritus de vacaciones y no se lo planteo dos veces. La beso apasionadamente y le dijo que si, por siempre que si, siempre y cuando fuese con ella, únicamente ella.

Esa fue su historia. Y así se la contaron a sus hijos.

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