capitulo 54

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Mi corazón se detuvo al escuchar aquella pregunta. “¿Te gustaria ser mi novia?”. Vamos ______ analiza bien las palabras antes de hablar, no la arruines. Claro que quieres, pero tranquila, no te le tires encima, solo di que si, y sonríe, no, no, eso no. ¡Ya calla!- me machacaba el celebro en mi interior.

Suspiré y sonreí, me devolvió la sonrisa con nerviosismo. A través de sus ojos se notaba la intriga de mi respuesta y el miedo al no.

-Claro, me encantaría ser tu novia Justin.-dije antes de que el me plantara un tierno beso en los labios.

-Te amo.-susurró sobre mis labios.- Y mucho más de lo que te puedas imaginar.-me sonrió.

-Yo también te amo.-le devolví la sonrisa.

Narra Justin.

Sin duda, uno de mis mejores días en mi corta y aburrida vida.
_______ Somers es mi novia. ¡Que bien suena!

-¿Quieres que te lleve de regreso?-dije mientras ella jugaba con sus pies en el suelo.

-Claro, si quieres.-dijo si mirarme.- ¿Te quieres ir?-levantó la mirada hacía mi.

-Me quedaría toda la vida sentado en esta banca si tu estas conmigo.-sonreí.- Pero tus padres me matarían si no te llevo a casa pronto.

-¿Por qué eres tan tierno?-me sonrió.- No quiero volver a casa.- apoyó su cabeza sobre mi hombro.

-Tienes que volver. Y yo debo ir a mi casa también.-le expliqué. Ella solo suspiró.

-¿Qué tal si llamamos diciendo que se nos pinchó una rueda del auto y que debemos quedarnos aquí?

-No lo sueñes princesa.-me moví. Ella se sentó derecha.- Aún que me encantaría. Mañana hay que ir al colegio y hay exámenes, luego almorzamos juntos. Si quieres.-agregué.- Pero con la condición de que volvamos ahora.

-Esta bien.-se levantó de la banca y jaló de mi mano.- Ya vamos Bieber.

-¿Bieber? No, deja de llamarme así.-me levanté yo también.- Inventa algo más original.

-Yo no invente decirte Bieber, es tu apellido.-rió mientras caminábamos hacía el auto.

-Lo se, pero podrías pensar en un lindo apodo para tu novio. ¿No crees?-pase uno de mis brazos por su cintura.

-¿Cómo quieres que te llame?-dijo mirando el cielo.- No se me ocurre nada.-me sonrió.

-No lo se, solo piensa.

-Piensa tu uno para mi.-dijo mientras esquivábamos a los pequeños que corrían por el parque.

-Tu primera.

-Okey, yo te diré…-dijo pensativa. Luego sonrió. Tenía una idea.- Justy.

-¿Justy?-la miré extrañado.- No es original, ya me habías dicho así.

-Oh, que malo.-dijo fingiendo enojo.

-Pero no dije que no me gustara.-besé su mejilla a la vez que sacaba las llaves del auto de mi bolsillo.

-Entonces te diré así.-dijo caminando al otro lado del auto.- Pero solo yo puedo decirte así. ¿Esta claro?

-Perfectamente claro.-le contesté antes de subir al auto.

El viaje de vuelta fue más divertido que el de ida. _______ se había apoderado de la radio y cantaba a todo volumen. Me reprochó unas seis veces pidiendo el porque de que yo estuviera callado y no cantara con ella. 
Luego se le ocurrió hacerle muecas a la gente que iba en otros autos, sin duda parecía Jazzy pero en versión grande. 
No me molestaba en lo absoluto, es más prefiero que mi novia sea así de loca y no una Barbie como Jasmine que anda todo el día con un espejo en la mano.

-Ya llegamos.- dije estacionando frente a su casa.

-¿Qué pasa si no me bajo?-sonrió.

-Te quedas conmigo.

-Bien, entonces no me bajare.-me dedicó su mirada. Me acerqué a ella.

-¿Paso por ti mañana?-pregunté a centímetros de sus labios.

-Si, me encantaría llegar al colegio con mi novio.- sonó posesiva. Se acercó aun más a mí. 

Su respiración se mezclaba con la mía, su mirada se apoderaba de mis sentidos y sus labios parecían susurrar un “bésame” en forma sensual.

-Te amo.-dije antes de unir nuestros labios.

-Yo te amo más.-dijo antes de bajar.- Nos vemos mañana.-me sonrió y luego cerró la puerta del auto.

Sacó las llaves de su bolsa y entró a la casa, no sin antes despedirse de mí agitando su mano de un lado al otro. Seguí con mi camino cuando ella se metió en la casa cerrando la puerta.

Narras tú.

Cerré la puerta y me apoyé en ella con una enorme sonrisa en mi rostro. Suspiré. Por fin Justin y yo éramos novios oficiales. Subí corriendo las escaleras con el único propósito de llamar a Caitlin.
Tomé el teléfono y marqué pero cuando dio tono corté la llamada, había olvidado que nosotras dos estábamos distantes. Me senté en la cama, debía hablar con ella pero tendría que esperar a mañana, pues ya es de noche. 
Traté de olvidar ese tema y me cambié de ropa, me coloqué el pijama.

-¿Vas a cenar?-preguntó Pachu (no se si la recuerdan, la chica que limpia en casa.) con una tierna sonrisa en su rostro.

-No, gracias.-le devolví la sonrisa.- Tenía tiempo sin verte. ¿Dónde te habías metido?

-Un viaje.-me sonrió nuevamente.- Mi hermana se casó y fui a su boda en India.

-Wooow India.-sonreí ante su comentario.- Genial, la próxima me llevas contigo.-dije de broma. Reímos.

Seguí con mi paso hasta la cocina y me encontré con Chaz y Ryan. Yo estaba en pijama, que lindo, Ryan conoció mi tierno pijama de nena infantil.

-¡Oh que bella!-sonrió con sarcasmo.

-Ya, Ryan no molestes.- le dije riendo. Mi humor no cambiaría por nada en el mundo.

-Esta bien. De todas maneras algún día me lo prestas.-carcajeó. Chaz se unió a sus risas.

Créanme, cuando hay dos chicos así de inmaduros en la cocina de tu casa, solo ignóralos, es lo mejor que se puede hacer. Después de todo, no tienen cura. El que nace estúpido, muere estúpido.

-¿Cómo te fue con Justin?-preguntó Chaz. Abrí la heladera y saqué la jarra de jugo.

-Genial.-sonreí. Al instante recordé la hermosa tarde juntos.

-¡Que bien!- dijo Ryan.- ¿A dónde fueron?

-A Villa Hudson.-respondí tomando un vaso de la alacena.

-Eso es fuera de Stratford.-dijo extrañado mientras me observaba.

-Si. ¿Qué hay de malo en eso?-pregunté tomando de mi jugo.

-Nada, solo que es raro. ¿Por qué se fueron tan lejos de aquí?- Esta vez respondió Chaz.

-No lo se, creo que Justin no es como todos los chicos, siempre en los mismo lugares, ya sabes, aburre la rutina de siempre.-respondí como lanzándoles una bomba.

-¿Crees que es distinto?-preguntó Chaz con una risotada.

-Si, créeme, es muy distinto a ustedes dos.

-¿A mi?-dijo Ryan señalándose.- No lo creo.

-Si. Ryan tú ni te das cuenta cuando una chica esta enamorada de ti.

-Me daría cuenta si hubiera alguna enamorada de mí, pero no me doy cuenta porque no la hay.

-Estas ciego amigo.-dije divertida. El me miró con curiosidad. Chaz solo se apoyó en la mesada.

-¿Qué quieres decir con eso?-preguntó con intriga.

-Que si hay una chica en especial que te admira y mucho.-agregué como para dejarlo intrigado- Pero no pienses que soy yo.-le comenté. Podría pasar que este mermo se piense que yo estoy enamorada de el.- Es muy cercana a ti, quiero decir la ves casi todos los días.-agregué.- Piénsalo.- y salí de la cocina riendo.

Desearía ver la cara de Ryan cuando me fui del lugar. Pero ni loca le diría que Caitlin esta enamorada de el. Que abra los ojos y se de cuenta.
Subí las escaleras y entré a mi habitación. Prendí el televisor y mientras me tomaba el jugo vi un programa de esos que muestran los bloopers de la gente, me reí mucho.
Al terminar con el vaso de jugo abrí la cama y me recosté. Apagué las luces y el televisor dejando mi habitación oscuras, volteé hacía la ventana y se veía la luna y el reflejo que daba sobre mi habitación. Sonreí, estaba feliz. Cerré los ojos para conciliar el sueño pero sonó el tono de mensajes de mi celular.

*****
Perdona si te molesto. Quería desearte buenas noches. Te amo.

Justin.

*****

Le respondí.

*****

Tú nunca me molestas. Que duermas bien. También te amo.

*****

Esa noche dormí pensando en el. Su sonrisa, cabello, mirada, voz y cuerpo. Lo amo tal cual es y nada va a hacerme cambiar de parecer.

Amigos con derecho (adaptada)Where stories live. Discover now