Capítulo 1 -EDITADO

25.3K 1.2K 60
                                    

El silencio que emana el bosque es relajante, dejándome escuchar el agradable canto de las aves, una suave brisa del viento recorriendo los árboles y despeinando ligeramente mi cabello, el atardecer en este lugar es hermoso permite ver como los rayos de sol se cuelan a través de cada rama y conectan directamente con el agua cristalina del lago que se encuentra frente a mi iluminando todo el lugar en diversos tonos naranja. Todo está colmado de paz y serenidad dejándome solo con las voces que se encuentran dentro de mi cabeza.

El sol se va ocultando al pasar los minutos atrayendo a la oscuridad y a todos los peligros que desata en ella.

Levanto mi cuerpo del suelo y doy la vuelta alejándome del hermoso lugar, camino por el mismo camino que recorro casi a diario desde pequeño en dirección a casa. Se encuentra bastante lejos del lugar en el que me encuentro pero me da tiempo de pensar mientras camino, en mi familia, mi manada y lo más valioso mi Mate.

¿Qué es una Mate? La pareja destinada de un hombre lobo, todos tenemos una esa es la parte buena aunque la parte mala es que podría estar en cualquier lugar del mundo, en cualquier manada, tener cualquier edad o incluso ser de cualquier raza ya sea hombre lobo, vampiro, bruja o incluso humana.

Para un hombre lobo su Mate es lo más importante que hay en el mundo, harían cualquier cosa por esa persona, para protegerla incluso matarían por su bienestar. Lo sé porque lo he visto en mis padres, se aman incondicionalmente, harían todo el uno por el otro y eso es lo que quiero tener con mi futura Mate claro si es que alguna vez aparece.

En el año 1815 surgió mi transformación, fue la primera vez que pude correr por el bosque con mi forma lobuna, ya han pasado 202 años desde eso y no me quedan muchas esperanzas por encontrarla, pasaron tantos años que con el paso del tiempo se fueron perdiendo, tal vez ella no exista, quizá allá muerto o posiblemente la diosa Luna se haya olvidado de mi y no tenga una pareja destinada para pasar el resto de mi vida. Aunque en todo el vacío que hay en mi corazón por aún no tenerla a mi lado aguarda una mínima gota de esperanza, de ilusión por conocerla y estar por fin juntos para ya nunca separarnos.

Lo único que espero de ella es que sea una fuerte y valiente loba. Quiero que la persona que dirija junto a mí y sea mi Luna merezca ese título no solo porque la diosa Luna se lo otorgo, que sea fuerte, que no le tema a nada y sepa defenderse cuando las cosas se ponen difíciles.

Siento que me estampo contra algo duro frente a mí o mejor dicho con alguien sacándome de mis pensamientos por el fuerte golpe.

-¡Oye! –Me quejo desde el suelo.

-Oh Matt, lo siento estaba buscándote –Responde Liam mi Beta, segundo al mando en la manada y claro mi mejor amigo también desde el suelo.

-¿Qué ocurre? –Digo confundido reincorporándome y sacudiendo la tierra de mi ropa – ¿La encontraron? –Pregunto velozmente esperanzado.

-No, lo siento amigo –Alega poniéndose de pie y repitiendo mi acción -Solo venía a decirte que hay nuevas personas que se mudaron a la vieja casa que hay a unos cuantos metros del lago, están en el límite del territorio creemos que pueden ser un problema.

-Está bien, investiguemos y si son una complicación los sacaremos a patadas de aquí –Espeto en tono firme.

Nos transformamos junto a mi Beta en lobos dejando que ellos tomen el control de la situación. Mi lobo Mark es más grande que el de Liam, mi pelaje es negro azabache mientras que el de él es de un gris muy claro. Comenzamos a correr tan rápido que apenas somos visibles, esquivamos árboles velozmente y en tan solo pocos minutos llegamos a la manada, nos adentramos en la mansión principal mientras nos transformamos nuevamente y tomamos algo de ropa para vestirnos, ya que, cada vez que dejamos salir a nuestros lobos las prendas que llevamos quedan completamente destrozadas.

Una simple humanaWhere stories live. Discover now