¿Mukamis?

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Pasó el tiempo y claro, había llegado la hora de ir a aquel lugar que Ayato pidió al pequeño perezoso. Este, aferrándose a su enorme almohada comenzó a caminar por los pasillos de aquel colegio y como era de esperarse por sus cuerpos y cola que sobresalen de su cabellera y uniforme, este llamaba bastante la atención de los demás estudiantes que a juzgar por las extrañas miradas, estaba seguro de que eran humanos... Reconocía todas y cada una de esas miradas tan molestas para el rubio.

—¿Que están mirando...? Tambien soy humano... —Susurro el pequeño con molestia mientras miraba a los demás alumnos de reojo. No pasó mucho para que de pronto este se estrellara con un alto cuerpo y saliera disparado al suelo.

—¡Ah! Lo siento mucho, ¿Estás bie... —El joven rubio que comenzaba a disculparse de pronto se quedó callado al ver a Ryu.— Hey... ¿Que eres?

—Itta... ¿Eh? ¿Que soy?... —Pregunto Ryu mientras miraba confundido al rubio de ojos azules. —Tsk... Eso no te concierne —Soltó con aún más molestia para así levantase y sacudir sus ropas.

—¡Hey Ryu! ¿Por qué demoras tanto? —La voz de Ayato se hizo presente en el lugar, haciendo el ambiente más pesado de lo que ya era. —Agh, ¿Qué haces con estas escorias? —Pregunto con molestia, tomándolo del brazo y apegándolo a él mientras miraba al rubio de ojos azules.

—Oh~ ¿Que tenemos aqui? Pero si es Ayato Sakamaki~ —Comenzó a decir el rubio con una sonrisa creida y divertida.

—Kou, basta... Volvamos con los demás —El chico pelinegro que estaba atras de el hablo con tranquilidad.

—Ahhh~ ¿Por que cuando me estoy divirtiendo tanto, Ruki? —Pregunto  el rubio que aparentemente se llamaba ''Kou'' haciendo un puchero y cruzándose de brazos.

—Lárguense antes de que los mate...  —Soltó Ayato disgustado.

Ryu en todo ese tiempo no dijo ni una palabra... La verdad es que se estaba quedando dormido mientras ese par discutía como si fuesen niños pequeños por una estúpida pelota. Esto fue notado por los tres chicos, llevando su mirada al pequeño rubio quien casi se encontraba roncando apegado al cuerpo del pelirrojo.
No pasó mucho para que el tal Kou y el tal Ruki se retiraran del lugar, así Ayato cargo al adormilado chico y lo llevó a la sala de economía donde lo bajo frente a una estufa.

—Bien, ha llegado el momento! —Dijo Ayato bastante animado mientras miraba a Ryu con una sonrisa.

—¿A qué te refieres? ¿Quieres que cocine?— Pregunto Ryu mientras tallaba uno de sus ojitos, a lo que Ayato asintió pidiéndole Takoyaki. —¿Me viste cara de sirvienta o cocinero? Hazlo tu Oreo-Baka...— Soltó para entonces subirse a la mesa e intentar dormir nuevamente.

—Agh! ¡ORE-SAMA NO OREO-BAKA! —Reclamo el pelirrojo para luego soltar un pesado suspiro. —Bien, si no cocinaras para mi entonces alimentame con tu sangre~— 

Ayato de inmediato se acercó al adormilado chico en la mesa, subiendo y quedando sobre él para así tomarlo de las muñecas y ponerlos a los lados de su cabeza. Ryu tan solo abrió ligeramente sus ojos y soltando un suspiro, tan solo conecto miradas con el contrario.

—Si vas a morderme hazlo de una vez... Me muero de sueño y el hecho de que estés arriba de mi y tan cerca es molesto...— Soltó con su típico tono adormilado y suave para así estirar un poco su cuello y esperar la mordida del contrario.

—Tsk... Que aburrido— Susurro Ayato y se acercó al cuello para así morderlo.

—¡AYATO!— La voz chillona de la única chica en la mansión Sakamaki se hizo presente deteniendo al pelirrojo justo antes de que mordiera al chico.

—¿Que quieres chichinashi?!— Pregunto con molestia a lo que la chica lo empujo y abrazo a Ryu.

—Lo siento, ordenes de Reiji— Admitió y con el chico dormido en sus brazos suspiró. —Ryu-San... ¿Podría despertar? ¡Ryu-San!

El pequeño chico de inmediato abrió sus ojos y sin mas se bajo de la mesa y comenzó a caminar de vuelta al aula pensando que ya era hora de volver a clases. En ese camino este comenzó a escuchar la conversación de un grupo de chicos hablando de los famosos ''Mukamis'' de quienes había hablado algunas vez con Karl... Asi que curioso este se acercó para escuchar mejor.

—Oe... ¿Quien eres y porque tiene cuernos de cabra? ¿Te crees chistoso disfrazandote de tal manera?— Preguntó un excesivamente alto chico de cabello castaño para así poner su mano en los cuernos de Ryu y tirar de ellos.

—I-itta...— Se quejo el pequeño y volteo a ver al mas alto con lágrimas en sus ojos. —S-señor, ¿P-podría soltarme? Eso duele..

Los ojos del desconocido chico se abrieron como platos, ganándose un rubor en sus mejillas al mirar el rostro lagrimeante de Ryu y rápidamente dio un paso hacia atrás topandose con el Rubio de nombre Kou, el pelinegro Ruki y otro chico un poco extraño.

—Gracias... —Dijo Ryu sobando su cuernito para luego ver al chico extraño de cabello verde. —¡Ah! Tu eres... Azusa Mukami, ¿No es así? 

—Ah... Si... Soy yo... —admitió el peliverde un tanto extrañado para así ver como Ryu se acercaba. —¿Que... Haces?

—Esto es injusto... ¿Porque de entre los Mukamis y los Sakamakis soy el más bajo? Karl-Senpai me mintio— Soltó con un puchero de molestia llamando la atención de los cuatro chicos.

—¿Cómo dices? ¿Karl?! —Preguntaron todos al mismo tiempo a lo que Ryu asintió confundido.

—No me digas que tú fuiste enviado a los Sakamakis como otro sacrificio... —Soltó el más alto.

—Si, ¿Que tiene?— Pregunto el pequeño perezoso con inocencia. —Después de todo fui criado para que los vam... Para que ambas familias, como Mukamis como Sakamakis bebieran mi sangre

Admitió de manera abierta dejando a los cuatro chicos paralizados. No era algo extraño pero si Karl lo había criado especialmente como el alimento de ambas familias, eso les dejaba en claro a los cuatro que el chico era aquel al que llamarían Eva. Un tanto confuso puesto que esa tal Eva no era una chica, si no un chico con complexión delgada y frágil.
El más alto rápidamente se acercó a Ryu, tomándolo por los Hombros y checando su cuello... El cual aun era virgen sin ninguna marca de colmillo... El chico que aparentemente tomaba por nombre ''Yuma'' fue apartado de inmediato por el perezoso rubio de la familia Sakamaki y no... No hablaba de Ryu.

—¡Shū-Senpai!— Dijo Ryu sorprendido y se abrazó al mencionado.

—Yuma... No te atrevas a tocarlo nuevamente, ¿Entendido? El no es cualquier presa que, ustedes Mukamis incompletos, puedan tocar sin consecuencia— Soltó Shū con molestia y sin mas se retiró del lugar con Ryu abrazado a él.

Ahí Ryu conoció y entendió que aquellos cuatro ''hermanos'' eran aquellos que conformaban la segunda familia de Karl, la familia Mukami... Pero, ¿Cómo iba a lograr que ambas familias tuvieran una buena relacion cuando ya se estaan peleando por el? Su mirada se encontraba perdida en esos cuatro mientras avanzaba con Shū... Las cosas comenzaban a complicarse.

💛💤Lazy Sacrifice💤💛Where stories live. Discover now