Exigencias.

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¡Hey! Una vez más, su querido Unknown-Usser está aquí para pedirles disculpas por el tiempo sin actualizar.
Como todos saben,  las tareas consumen hasta al ser más fuerte y mi persona no es la excepción, así que hasta ahora, e estas dichosas "vacaciones", he vuelto.

A G R A D E Z C O.... Por todo el apoyo que me han dado con sus votos, de verdad que me han devuelto la vida misma. ¡Los amo! Ahora sí, sin más que decir —por el momento—, demos inicio al capítulo. Nos vemos al final, mis amores. ;)

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—¡Oe, Ryū! —La voz de Ayato resonó en el área con singular molestia que fue ignorada por el pequeño rubio. —¿Te crees que puedes hacer lo que quieras?!

—Sí, algo aaaasí. —Respondió en un bostezo el pequeño rubio que yacía recostado sobre Shu.

—Tus acciones son completamente inmorales y vergonzosas, ¿Qué clase de educación te han dado? —Interrogó cierto azabache de hermosos orbes magenta. —Esperaba que no fueras tan patético como este homonculo en el que te acuestas día tarde y noche. Es más un colchón que un ser vivo...

Las cosas claramente no iban del todo bien, pues aunque ciertamente lo habían recibido de una forma cálida y amena una semana en el pasado, no pasó mucho para que los Sakamaki volvieran a su rutina diaria; cómo si nada hubiese pasado. Por supuesto, Ryū no era ninguna excepción, pues estaba completamente indiferente ante los comentarios de Ayato y Reiji, al igual de las miradas frustradas de Kanato y Subaru, quienes se sumaban a la aparente reunión en la sala de estar.

En aquellos instantes, como pudieron notar, el pequeño "corderito" descansaba sobre el cuerpo adormilado del rubio que ocupaba el puesto de "primogénito" entre esos seis hermanos. Claramente poco antes de que le interrumpieran con sus exigencias diarias, el chico estaba dormido, compartiendo su sueño con aquel con el que pasaba la mayoría del tiempo; cosa que molestaba bastante a los otros cinco, quienes aparentemente no se daban mucha cuenta del porqué de sus irritantes sentimientos. Y si, Ryū seguía recostado en el pecho del vampiro bajo su cuerpo, sin la más mínima intención de siquiera abrir sus ojos.

Lo haz estado posponiendo todo este tiempo, ¿No merecemos ya una explicación? —Interrogó el de cabellos afilados mientras apretaba el oso de peluche entre sus brazos.

—Fufu.~ Estoy seguro de que incluso Shu está curioso por saber sobre ello, ¿Qué te parece si nos lo dices ya~?

—Han pasado dos semanas desde que volviste y no haz dicho más que... —Comenzó a decir Subaru detrás de Laito, seguido siendo interrumpido por el dormilón ojiazul adonde bajo de Ryū.

—"Más tarde, tengo sueño..."

—¿Por qué quieren saberl-

—¡¡POR QUÉ ES LO JUSTO!!

¿Qué era eso? ¿Un coro? ¡NO ERA TIEMPO DE CANTAR, CHICOS!
Un suspiro ahogado en pesadez escapó de los delgados labios del cornudo chico que se levantaba con cuido y se mantenía sentado sobre el regazo del mayor de los hermanos. Por supuesto, tal situación hizo que cierto pelirrojo de cabellos medianamente alargados ahogara una risa mientras que Shu únicamente se limitó a soltar un suspiro, tomar asiento y retirar el pequeño cuerpo de Ryū del propio; y no solo por la burla de Laito, sino por la afilada mirada de muerte que le regalaban Ayato, Reiji y Subaru.

¿Como iniciar una historia que se remontaba a un par de siglos en el pasado? ¿Como iniciar a relatar la tortura que lo atormentaba sin piedad cada una de sus noches? Los recuerdos de un cariño anhelado, las memorias de una tortuosa vida causada por ese mismo anhelo... Su cabeza dolía, las lagrimas amenazaban con escapar de sus inocentes orbes adormilados. Como siempre, no había forma de afrontarlo; no aún. Su mente se bloqueaba de manera dolorosa y las palabras no salían de sus labios sellados.

——Pfff... Realmente eres inútil. ——Una extraña voz resonó en su cabeza, pero no se sentía desconocida, ni le transmitía terror alguno; incluso podría decir que su familiaridad le era acogedora. ——Duerme Ryū... Yo me encargaré.

Dichas aquellas palabras de un ser al que desconocía, los orbes del pequeño chico se comenzaron a cerrar con sutil lentitud. Los presentes se alarmaron, ¿Qué estaba pasando? Rápidamente los cinco más lejanos al pequeño rubio se aproximaron para sostenerlo si es que fuese a caer, pero no fue así... En cambio, se mantuvo con la cabeza baja y sus claros mechones enrollados, una vez más, se tiñeron de un color tan oscuro como la noche y cayeron como si se tratase del agua de una cascada. Ahí estaba nuevamente un joven de orbes similares a los de aquel cuadrúpedo conocido como "cabra" y ante dicha presencia, los presentes se alarmaron. "No puede ser... Otra vez está pasando" pensaron de inmediato todos con una expresión perdida.

—¡PFFFFFTJAJAJAJAJA! ¡DEBERÍAN VER SUS CARAS! — Se carcajeó el de curioso nombrar mientras abrazaba su abdomen. —Joder, con solo verlos puedo leer su pensamiento: "¡Oh, no! Otra vez nos va a quitar a nuestro querido Ryū" —Dramatizó posando sus manos en sus mejillas. —Fu.~ Lamentablemente no tengo el honor en esta ocasión de torturarlos tanto.

—¡Tch! ¿De que demonios estás hablando? —Ayato se quejó entre dientes de inmediato. —¿Que haces aquí otra vez?

—Auch... Querido, "Ayato-Sama", ¿Estás disconforme con mi presencia? —Victimizó el azabache al mostrar una expresión similar a la de un cachorro abandonado.

—¿Ayato-Sama? —Musitó el pelirrojo con evidente sorpresa en su rostro. Fue claro como un choque eléctrico paralizó su mente y corazón. —No... Eso no es...

—Bueno, no es como si me importara. —Soltó Firno con total honestidad, encogiéndose de hombros y causando que su contraparte sintiera gran vergüenza y molestia mientras todos los demás se vieran obligados a ahogar una gran carcajada... a Excepción de Laito, quien la mostró sin piedad alguna a su mayor.

—Firno... —Tras minutos después de lo último, Subaru anunció su presencia al nombrarlo. El mencionado ladeó la cabeza conectando sus singulares orbes con los rubíes del menor. —Tú... Eres una parte de Ryū, ¿No?

—Oh, si... Ryū y yo somos uno mismo. —Comentó con total naturalidad.

La habitación se ahogó en un sofocante silencio. Los presentes no se imaginaban que tal situación fuera una completa verdad, el único que había especulado sobre ello había sido el albino que se adueño de las riendas de la situación que debían tomarse desde un inicio, y eso únicamente por el recuerdo de un sueño que adoleció hasta aquel día en el que finalmente tenía la posibilidad de obtener una respuesta poseedora de la veracidad suficiente.

—Oh.... Creo que ya metí la pata... —Musitó el azabache con evidente nerviosismo. —Bueno, igual parece que les hacen falta unas buenas pistas para poder averiguar lo que tanto quieren saber. Sin embargo, yo no hago favores gratuitos... Lo saben, ¿No~?

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¡¡Yeyooh!!
Y aquí el capítulo de esta semana. Sé que he tardado más de lo esperado pero bueno, ya saben la razón de esto ahbsjhsbbu. Son libres de golpearme. No los detendré. 🤧

A decir verdad me ha hecho muy feliz volver a Wattpad y encontrarme con más de 200 notificaciones pertenecientes a comentarios y votos específicamente para este fanfic... su apoyo me ha sacado de un enorme agujero en el que creí que me había hundido. De verdad, ustedes son la fuerza de todos aquellos autores a los que siguen. ❣️
Gracias por tanto... Y espero me disculpen por tan poco. 😔

Dejando de lado mi mode cursi(qué wewenza, aH-), este fanfic ya se va a actualizar(ahora si es seguro), TODOS LOS VIERNES.

Los quiero  un xingo,  mis queridos lectores. No lo olviden.
¡Cuídense mucho y no se olviden de usar cubre bocas y desinfectar todo al volver a casita!
RYŪ, FIRNO Y YO LES MANDAMOS ABRAZOS.❣️

💛💤Lazy Sacrifice💤💛Where stories live. Discover now