Capítulo 9

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Tener que huir como si fuera un cobarde de su reino dejando atrás todo lo que realmente conocía y quería. Dejar a su padre prácticamente a merced de los enemigos sin poder hacer nada era una de las cosas que no se perdonaba, a pesar de saber que fue una orden del mismo eso no lo ayudaba a sentirse mejor.

Había llegado a un planeta del cual todo lo que tenía eran conocimientos teóricos, sin rumbo, sin saber por primera veda qué hacer o cómo debía hacerlo aunque hubiera recibido instrucciones. No podía integrarse correctamente a la sociedad porque le costaba interactuar, o mejor dicho, confiar en las personas que ahí habitaban, sabía que cualquiera podía ser alguien que lo conociera o alguien que lo traicionara como aquello dispuestos a derrocar el buen reinado de su padre y antepasados durante milenios también, encariñarse con alguien y después quedar solo.

Que su identidad real fuera revelada significaría una nueva revolución en Tellus, entre países, todo para poder saber más de él, del universo más allá de lo que sus avances tecnológicos y científicos le habían permitido, sería usado para una especie de experimento, cosa que no solamente lo afectaría a él.

Sin embargo había una persona con la cual se sentía más cómodo para interactuar y esa era la primera con la que tuvo contacto una vez llegó a ese mundo, el primer rostro que vio la primera vez que fue a la universidad a inscribirse, la misma con la que había compartido carrera, materias, asientos y también casa, esa que ahora había calmada su malestar de golpe cuando hizo contacto con su piel, quien ahora lo miraba como si fuera alguna especie de bicho raro, Kim Taehyung.

— Tus ojos... — Murmuró asustado el terrestre. — Estaban marrones y ahora... están de color azul marino.

Sin saber precisamente que hacer se alejó de ese toque que no solamente lo había calmado sino que lo había alterado por otro lado, era un síntoma que no conocía y del cual solamente podía tener respuestas si estuviera su guardián o padre a su lado. Con sus manos quitó un tanto brusco a Taehyung y se alejó como si quisiera atravesar la puerta el coche sin abrirla.

— Es un tipo de enfermedad que mantiene en constante variación mis gránulos de pigmento y melanina, cosa que se refleja en mi iris cuando sufro alguna alteración emocional que influye en el cerebro o corazón, es por esto que mis ojos varían de color constantemente. — Su respuesta fue firme y con total seguridad haciéndola convincente.

— Nunca había visto nada parecido, me sorprendió, por un momento me asusté pero si te soy sincero creo que es genial, me gustaría que ocurriera lo mismo conmigo. ¿Es grave tu enfermedad?

— Te dije que nada de preguntas personales. — Volvió a poner la vista en la avenida para ponerse en movimiento, ignorando la evidente cara de molestia que tenía su acompañante.

El resto del trayecto fue en silencio, no dijeron una sola palabra a pesar de que continuamente se miraban de soslayo. Parecía que habían alargado el destino como si los estuvieran obligando a permanecer juntos.

El restaurante estaba prácticamente vacío de no ser por los empleados que estaban en el lugar, cosa que no ocurriría si hubieran estado ya en el horario en el que todas las personas, ya fueran empleados o estudiantes tomaban su pausa, cuando llegaba esa hora todos los lugares se abarrotaban de personas en su totalidad.

Se sentaron en una mesa apartada, donde entraba la mayor claridad del lugar, colocándose uno frente a otro.

— ¿Qué deseas ordenar? Sé que este lugar tiene muy buena cocina. — Rompió Tae ese largo silencio que los envolvía desde lo ocurrido camino ahí, mirando entretanto la carta.

— Pediré sopa de vegetales y ensalada. — No tenía que perder el tiempo leyendo el menú cuando sabía perfectamente que no se atrevería a comer nada desconocido.

Amor LunarWhere stories live. Discover now