Amor Lunar

Capítulo 40

Con ropa limpia luego de asearse rápidamente utilizando las botellas de agua que tenían en el maletero, la pareja se encontraba abrazada en los asientos traseros del coche mientras contemplaban las suaves gotas caer. Disfrutaban de ese silencio tranquilizante, donde solamente sus respiraciones y los ruidos de el viento junto a las cosas que movía eran lo único que se escuchaba.

— ¡Nalbi! — Dejó escapar mientras acomodado en el pecho de su novio veía como las gotas chocaban contra los cristales.

— ¿Qué? — Preguntó Jungkook sorprendido después de que su pareja rompiera el silencio diciendo algo que no entendía.

— Se llama Nalbi, una lluvia suave y repentina que llega sin aviso, así como llegaste tú a mi vida. — Una sonrisa ladeada y triste hizo presencia en su rostro. — Según las anécdotas que mi padre solía contarme el día que conoció a mi madre, una Nalbi caía. Su primer beso, al igual que en las clásicas películas románticas, fueron abrazados por una lluvia repentina una vez que sus labios se unieron. Cuando supo que mi madre estaba embarazada también sucedió lo mismo. Debido a que siempre esa suave lluvia llegaba en los momentos más felices de su vida, él creía que para nosotros Nalbi es un símbolo de buen augurio.

— Puede que sea cierto, son muy bonitas las anécdotas que te contaba tu padre. Yo no tuve muchas de parte del mío.

— Lo siento amor, supe que tus padres murieron en un accidente cuando eras muy niño. Debió ser duro para ti crecer sin ellos.

Cierto, sus supuestos padres... A menudo olvidaba toda esa historia ficticia que era su vida en Tellus, eran tantas las mentiras que en una relación tan real como la que tenía con Taehyung no podía sostenerlas correctamente. ¿Qué ocurriría si le decía en esos momentos la verdad sobre su procedencia? Existían dos posibilidades, que lo tomara todo como una broma, justo como cuando le preguntó si creía que había vida más allá de la Tierra. La otra y la que más lo aterraba era que se asustara y terminara alejándose. A eso añadiéndole que podría ponerlo en riesgo, cosa que no se perdonaría.

Se dejó mimar por el terrestre, mismo si sus dos padres no habían muerto pasó mucho tiempo creyendo a uno muerto y al otro, temía perderlo en cualquier momento. No podía calcular cuántos años pasaban en Luna Dorada ya que no había cómo o con qué regirse cuando se estaba fuera para saber esto.

Estaba también la cuestión de que los hedios se estaban acercando cada vez más a ellos, debía estar atento para proteger a sus seres querido, para protegerse él. Habían tantas cosas de las que tenía que hacerse cargo que deseaba huir con Tae a un mundo solitario donde solamente existieran ellos y olvidarse de todo lo demás. Si no lo fueran encontrar, la escapada sería algo que pudiera planear en ese momento, aunque también habían muy pocos mundos en los que un humano podría vivir. Los años de viaje hasta alguno de ellos también serían demasiado para Taehyung.

— ¿En qué tanto piensa mi precioso que se quedó sumido en sus pensamientos? ¿Acaso fue porque hablé de tus padres? Lo siento mucho.

— Ya ha pasado mucho tiempo, así que estoy acostumbrado, no te preocupes por eso. Mis pensamientos estaban en otro lugar.

— ¿Puedo saber en dónde? — Preguntó con fingida molestia.

— En nosotros... De haberme fijado en el tiempo hubiera buscado un hotel, ya no podremos ver un cielo despejado hoy, está empezando a llover más fuerte. ¿Qué te parece sin vamos algún hotel para pasar la noche, mañana visitamos lugares típicos y pasado regresamos? El práctico de nuestro grupo es en la tarde de todas formas, tendremos suficiente tiempo para llegar. ¿Qué te parece la idea?

— ¿Estás hablando en serio? — El luniano aceptó con una sonrisa. — Me parece genial entonces mi amor. Mi último viaje fue hace ya nueve meses creo, cuando fui a Hong Kong con Jin y sus padres, desde entonces no viajo a ningún lado, aunque a decir verdad, casi nunca abandono Seul. Esta es una maravillosa oportunidad para disfrutar de un viaje corto junto a ti.