Amaia estaba tumbada en su sofa de casa, comiendo nerviosa unas palomitas y mirando la tele pero sin mirarla. Tenía casi 30 años y era una pretigiosa abogada a pesar de su juventud. Pero ahora se le había presentado un problema y no sabia como salir de el. En ese momento llamaron a la puerta.
- Maddi, por fin
- ¿a que viene tanta prisa? ¿Y que es eso que no me puedes explicar por teléfono?
- Mi carrera está en serio peligro
- ¿Pero que dices?, si estas a punto de lograr que te admitan en la junta
- Eso era antes, le comento a su amiga casi llorando,me acaban de invitar al fin se semana que pasan todos los miembros de la junta, y no se que hacer
- No entiendo nada Amaia ¿Cual es el problema?, si eso es lo que has estado esperando
- Si, pero ya sabes que son totalmente "adictos" a la familia. Para llegar a donde estoy sabes que he tenido que inventarme una vida personal estable, con un novio, planes de boda y todo eso. Ellos no admiten otra forma de vida.
Amaia era una mujer de su tiempo, independiente y muy segura de si misma, pero solo le importaba su trabajo por lo que sus relaciones personales se ceñian solo a su amiga Maddi y alguna salida que hacian las dos. Habia tenido un par de novios, pero nada importante, y tampoco lo echaba de menos porque no habia conocido a nadie que le interesara. Trabajaba doce y catorce horas diarias, el trabajo coupaba todo su tiempo.
Maddi seguia sin ver el problema. ¿y????, ¿Que pasa?
- Pues que tengo que ir con el, con mi novio, ese que no existe, le explicó a su amiga al borde del histerismo.
- Ostras, ahora lo entiendo. Pues si, tenemos un problema ¿no les puedes decir que habeis roto? Eso pasa hasta en las mejores familias.
- Podria....... si no les hubiese dicho la semena pasada que me habia pedido en matrimonio
- Pues si que la has liado buena. ¿Y Diego??? seguro que estaría encantado con el papel
- ¿Que dices?? ni hablar, no lo podría presentar en ningún sitio y que colara, ¡¡puaf!!! Maddi, tu eres la de las ideas, piensa una y rápido o mi silla en la junta será para otro.
- jajajajajajjaja, tienes razón, pero......., espera un momento..... en mi agencia, Maddi era asesora de marketing en una agencia de publicidad, tratamos con una agencia de "compañia" para cuando vienen clientes importantes.
- Espera un momento ¿Me estás proponiendo que pague a un profesional para que me acompañe?
- Pues si, te aseguro que algunos son impresionantes.
- No me lo puedo creer, estas hablando en serio.
- ¿Tu quieres ese sillón?, pues nena, hazme caso, es lo único que puedes hacer. Eso si, te costará una pasta, pero te aseguro que tienes el sillón es tu poder fijo.
- ¿Estas segura?
- ¿Te lo ofreceria si no lo estuviera?. Toma, la dirección - le pasó una tarjeta - habla directamente con Helena y dile que vienes de mi parte. Dile que quieres a Alfred.
- ¿Y eso?
- ¿alguna vez te he engañado?. He visto a bastantes de sus "chicos" y te aseguro que este es el mejor, es impresionante y ya que se va a hacer pasar por tu novio... al menos disfrutalo.
- No pienso hacer eso, solo quiero que me den ese puesto, nada mas.
- si si, cuando lo veas ya me lo dirás.
