Capitulo 8

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Amaia ya no pudo pegar ojo en toda la noche - pues si que voy a estar presentable en mi primera reunión- se dijo para si. Llegó pronto al despacho, como siempre, y cuando todos la aplaudieron al entrar en la sala de juntas y le dieron la bienvenida, sonrió, pero no lo disfrutó como ella esperaba. Su cabeza estaba en otro sitio y así se paso toda la reunión. Menos mal que tampoco fue muy importante y no se notó mucho que no estaba atenta. Eso si, se alargó un montón, o al menos a ella se le hizo eterna. En cuanto salió, cogió su bolso y corrió hacia el restaurante en el que había quedado con maddie. Cuando llegó su amiga ya la esperaba en la mesa.

- Maddie, la he cagado, la he cagado y tengo que explicarle que ...... - Amaia hablaba atropelladamente -

- Amaia, para paraaaaa. Tranquila, ¿vale?. En ese momento llegó el camarero, pidieron algo ligerito y esperaron a que se lo sirvieran para seguir hablando.

- A ver, ¿y si llamas a Helena?, no creo que te sea fácil que te de información, pero por intentarlo no pierdes nada. Eso si, no le digas nada del sobre ¿eh?

- Ya lo había pensado, pero esta mañana me ha sido imposible. ¿porque no se ha quedado el dinero Maddie? ¿sera que a lo mejor le gusto? - y al preguntar esto en su voz se notaba la necesidad de que fuese así -

- Amaia, lo que tienes que tener claro es que si no le gustas es que es tonto. A ver, no te cogió el dinero ¿verdad???, pues más claro el agua nena. Pero aún así sigo pensando que deberías pasar del tema porque - pero Amaia la corto tajante -

- No Maddie, no voy a pasar, lo que quiero es explicarle el porque le di ese maldito sobre, no busco nada mas y además se que no puedo esperar nada mas, pero prefiero que sepa que soy tonta y que no me entero de nada a que piense que soy una mujer de esas con las que suele tratar.

Acabaron aquí la conversación, Amaia no tenia ganas de seguir con el tema, así que hablaron de la familia y temas intrascendentes hasta que se les hizo la hora de volver a sus respectivos trabajos. En cuanto Amaia llego entró en su despacho y busco el teléfono de la agencia. Cuando la recepcionista contestó pregunto en seguida por Helena, pero en ese momento no podía ponerse y le dejo dicho que por favor la llamase en cuanto pudiese. Intentó trabajar pero no hacia más que mirar su móvil, hasta que al cabo de un buen rato sonó.

- ¿Si?

- ¿Amaia?, hola soy Helena. Mi secretaria me ha dicho que has llamado.

- Si, verás, yo... no se como explicártelo la verdad. El caso es que necesito ver a Alfred.

- Jajajajajajajaja, ¿y decirme eso te causa tanto problema?, ya sabía yo que en cuanto lo probarás querrías repetir, les pasa a todas. No hay problema, aunque esta semana esta de vacaciones y creo que las dos siguientes las tiene ya mas que cubiertas, pero no te preocupes que le llamó y lo hablo con el ¿hay algún día que te vaya mejor que otro o te da igual?

- Que no Helena, que no es eso, yo.... no quiero verle como clienta, necesito explicarle algo pero es personal ¿entiendes?

- Pues la verdad... no ¿que quieres Amaia?, sino es de trabajo no se porque me llamas a mi.

- Lo que necesito es su teléfono personal Helena, y por eso te llamo, porque se que tu lo tienes.

- Cariño, claro que lo tengo, tengo todos sus datos evidentemente, pero no te los voy a dar. - Dijo Helena tajante -

- Pero, ¿porque???

- Pues porque si el quisiera que lo tuviese ya te los habría dado ¿no crees?. No Amaia, en eso sintiéndolo mucho no puedo ayudarte.

- Ya, lo imaginaba, perdona por la molestia.

- Amaia, si quieres hablar con el puedo buscarte un hueco en su agenda, pero siempre tiene que ser como clienta, sus amigas se las escoje el sólito, no yo. Lo entiendes ¿verdad?

- Si si, no te preocupes y agradezco lo que me ofreces, pero no quiero ir como clienta, - eso es precisamente lo que no quiero -. Gracias Helena - Y colgó -

Ya sola en casa no paraba de preguntarse de que forma podría conseguir encontrarlo, lo más fácil sería lo que Helena le había dicho, pero ella no quería volver a verlo de esa forma. Se metió pronto en la cama y volvió a releer el papelito que el le había escrito. Ella no era tonta y sabía perfectamente que esas palabras que el la había dedicado eran totalmente irónicas y que le había sentado como un tiro que lo tratase como un...... gigolo, pero es que eso era justo lo que el era. ¿como iba ella a saber cuando está trabajando y cuando no?, - joder Alfred, si es que no es fácil - se dijo doblando el papelito otra vez y apagando la luz para intentar dormirse.

Grrrrrrr ¿es que no hay manera? - dijo encendiendo de nuevo la luz. Tiene dos semana muy ocupadas - ¿Con quien cojones estará?, Amaia eres tan idiota que no paras de pensar en un tío que seguramente en estos momentos estará saltando de cama en cama. Voy a dormirme ¿lo oyes?, y tu no me lo vas a impedir - Le grito al aire, como si el estuviese allí - Finalmente lo consiguió, estaba tan cansada que se quedó dormida sin darse cuenta -

Continuo con su vida, intentando ejercer su nuevo puesto como siempre hacia ella, a la perfección y realmente lo conseguía, era muy buena en su trabajo. Además mientras trabajaba conseguía no pensar en el. Estuvo tentada de llamar a Helena para que le concertara una cita con el , pero Maddie se lo quitó de la cabeza y ella en el fondo sabia que había hecho bien en hacer caso a su amiga y no hacerlo. Eso si, cuando iba por la calle, en restaurantes, bares..., donde fuese, miraba casi sin darse cuenta para ver si lo veía. Fuera de eso, su vida era la misma, del trabajo a casa y de casa al trabajo.

A GOLPE DE TALONARIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora