Extra I. ¡Tenía un problema!

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Thabata no era común, sufría constantemente de abusos por su sobre peso, no importaba el lugar; en su casa, la escuela, la calle.

«Gorda» era el adjetivo que usaban constantemente para dirigirse a ella.

Lo odiaba.

Odiaba el hecho de ser gorda y no ser capaz de controlar su hambre, cada tarde hacía lo mismo; atascarse de comida e incluso cuando la comida estuvo terminada, seguía sin estar satisfecha.

Por eso se encontraba en internet, buscando posibles formas de suicidarse sin sentir dolor, y sobre todo, que fuesen rápidas y efectivas, en su búsqueda llegó a un juego que todos decían era imposible de ganar. Curiosa entró al link que se le ofrecía, era una página simple, fondo blanco, letras negras en un tamaño mediano, el título era "No mires atrás".

Tienes que sentarte en una silla mirando a la pared con las luces apagadas y siendo necesariamente de noche, en un cuaderno deberás escribir: "Espíritu, mírame, acércate y no permitas que voltee", inmediatamente arranca la hoja, arrúgala y lánzala hacía atrás. Por ningún motivo vayas a voltear, debes no ser curioso si quieres ganar este juego.

Pon mucha atención a continuación, alguien se acercará a ti y respirará en tu oído después merodeará por la habitación, por recomendación no cierres los ojos, puede que al abrirlos encuentres una sorpresa frente a ti.

Thabata sonrió al leer el final.

Si ganas, Lucifer cumplirá un deseo sin reglas, pero si pierdes la muerte será tu único premio y castigo.

Deseo sin reglas... Entonces la mejor idea que pudo tener -según ella- cruzó su mente, y si ganaba o perdía, obtendría algo con lo que estaría bien y contenta.

Si ganaba pediría poder comer lo que quisiera sin engordar y claro, tener un cuerpo esbelto, perfecto a la vista de cualquier hombre e incluso mujer.

Si perdía entonces moriría, no sabía como pero lo haría y estaba bien con eso.

Esperaría hasta la noche como el juego requería, esperó pensando sobre lo mierda que había sido su vida durante tantos años sin que nadie lo notara, sin que nadie le ayudara.

Cada día de su vida siendo llamada de horribles formas que marcaron su mente, corazón y cuerpo.

Gorda! Cerdito! Marrana! Obesa! Pelota!

Cada palabra y ofensa grabada en su piel con cuchillas, cada gota de sangre derramada equivalente a cada lágrima salada que de sus orbes salieron.

Recordó los golpes de las chicas bonitas de su clase, sus constantes insultos y humillaciones, la sonrisa que adornaban sus labios cada que algún sollozo se abría paso y demostraba su sufrir con lágrimas.

Recordó aquel niño en primaria que la rechazo por gorda, o aquel en la secundaria que la humilló con la carta de amor que se esforzó en hacer, o su primer crush de prepa, al que oyó decir que nunca andaría con una gorda como ella porque le daba asco.

Recordó las miradas despectivas que recibía en la calle sin importar como vistiera, el como la juzgaban con la mirada sin saber el porqué de su complexión, el porqué de su obesidad.

¡Tenía un problema!

En realidad eran muchos. Comía de más por su ansiedad, a veces por gula, muchas otras para ahogar su tristeza en bocadillos dulces. Su madre constantemente dijo que era gorda y nada más, que come como lo hace por mero gusto y para después quejarse y hacerse la víctima sobre algo que ella causó.

Juego De Deseos. |TERMINADA| ©Where stories live. Discover now