insomnio

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La oscuridad de la madrugada rodeaba la alcoba de Edd, él no lograba conciliar el sueño, la energía siempre la tenía de sobra.
Por otro lado, en la habitación vecina del castaño, estaba Matt, con los ojos abiertos y atentos a la nada misma presente en el techo de su recámara.
Simplemente, pensaba en nada.

Un sonoro suspiro frustrado por el insomnio salió de los labios de ambos, pero más del artista.
— Al carajo.- Masculló, incorporándose en la cama. Si no podía cumplir con ese propósito, intentaría distraerse junto a su novio.
Tal como se planteó se puso de pie en silencio, comenzando a caminar muy cuidadosamente, deslizando los calcetines por la madera del piso; Todo esto, para llegar a la puerta de al lado, donde dormía Matt.

— Hey, soy yo.- dijo en voz baja, una ronca y perezosa.- No puedo dormir, ¿me dejas entrar? Sé que estás despierto.—

El de cabellos anaranjados asomó sus ojos fríos por encima de las sábanas; sonrió sin evitarlo, esto mientras se acomodaba hacia un lado de la cama, más en detalle, el que daba con la pared.
—Adelante.- responde, lo suficientemente alto para que el artista escuchara desde la entrada, más no para alertar al resto.

Para cuando el dibujante estuvo dentro y cerró la puerta, se apresuró para acurrucarse junto a su novio en la cama, primero abriendo las sábanas y luego deslizándose en el colchón.

Edd sonrió de oreja a oreja. Los hoyuelos en sus mejillas eran como pequeños regalos, pensaba Matt.

— Ya es cuarta vez en la semana... ¿Por qué no puedes dormir, Edd?.— la voz de Matt era suave, algo ronca al ser altas horas de la madrugada. Se estaba cubriendo con las mantas de la cama mientras hablaba, llevándolas hasta su mentón y de paso, tapando también la espalda de su novio.
— Yo tengo excusa, duermo hasta tarde.—

— Ya sabes que soy inquieto, siento emoción y pienso mucho en las cosas. En fin, ¿quieres besarme?—

Una pequeña risa escapó de ambos chicos, de alguna manera siempre llegaban a lo mismo. Matt solo se reía, Edd siempre era el que preguntaba antes de cualquier cosa. Y él, el solo actuaba y sorprendía a Gould con todo.
— No tenemos remedio, ¿has notado eso?— murmura este.

— Hugh, discúlpame por ser un cariñoso.—

El pecoso se acercó con cuidado, procurando deslizarse y no perturbar la comodidad de su pequeña pareja en la cómoda cama. Mantenía el silencio mientras oía a Edd hablar y argumentar con variados hechos para explicar por qué tenía que besarlo.
Solo se limitaba a sonreír y llevar sus cálidas manos hasta las mejillas del castaño.
— Entonces... adelante. ¿Lo hacemos o no?.—

— No sé, tú dime.—

Otra risa, pero esta fue más sonora por parte del de cabellos naranja.

— No puedo creer que de verdad me estés pidiendo una respuesta a eso. Ven acá.—

La sonrisa del artista fue desvaneciéndose a medida que la distancia entre su rostro y el ajeno se hacía más corta. Vio cómo los párpados de Matt se cerraban. Edd no podía creer que, tras haber repetido lo mismo por ya dos años seguidos continuase sintiendo las mismas cosquillitas gays.

Rodó los ojos cuando vio a Matt hacer el amago de besarlo.
— Espera, intentemos otra cosa.— convino antes de tiempo, apresurándose a voltear y así abrazar al pecoso, dejándolo bajo su cuerpo.
— No me estoy insinuando, como me toques el culo te muerdo.—

— Pero...— Matt hizo un puchero, conformándose sin más y poniendo sus manos en las caderas de Edd, sintiendo el peso de las piernas ajenas a los lados de su cuerpo, hundiendo el colchón.
— Está bien.—

Un último suspiro y sus labios fueron unidos sin esperar más. Los movimientos suaves como habituaban ser, pequeños e inocentes roces de lengua por parte de Edd.
Acostumbraban tanto a la presencia el uno del otro que, ir un poco más allá en los besos siempre les provocaba emoción, mucho más a Matt quien ante las nuevas ocurrencias del dibujante a esas altas horas por la madrugada solía llenarle una mezcla de emociones, todo un lío de pensamientos futuros junto a él, una ideología amorosa.
Llevaban tanto siendo pareja, ya se le hacía imposible no imaginar un futuro interminable con él.
Lo adoraba tanto.

Acariciaba la cintura de Edd con el pulgar de su mano derecha, todo esto bajo las sábanas, él aura romántica jamás faltaba. Los sonidos los delataban por cada choque de labios que compartían entre sí.
— Bésame más.— se le escuchó a Edd, había sonado más como un balbuceo contra los labios de Matt.

— Cómo si fuera necesario pedirlo...- conviene en un jadeo, apresurándose a voltear a Edd en la cama.

Sus bocas volvieron a juntarse, con el detalle de haber más brusquedad entre ellos.

— Cómo me hagas tener una erección te harás cargo de ella...- vociferó el castaño, apegando al pecoso contra sí al abrazarlo con brazos y piernas. Matt no respondió nada.

Así continuaron el contacto, aveces dulces o cercanos a lo candente. De vez en cuando alguno que otro roce extra, compartiendo caricias, gruñidos o regaños (y la mayoría de Edd.)

No sucedió mucho más tras el paso de las horas. Acabaron acurrucándose y descansando entre la comodidad de la cama y calidez de sus cuerpos.
Un alivio para Edd, no era muy fan de andar con dolores de cadera, exceptuando por ocaciones oportunas.

No tienen idea de la cantidad de pajas que se ha hecho Matt hasta ahora. Aunque eso no va al caso, buenas noches.

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😂❤️
Holaaa!
Si les gusta el IronStrange publiqué una historia sobre ellos (uwu)💕
Se llama "El Hombre Del 21"

Los amo.
Besos

¡Edd! ¡La zanahoria se está incendiando!|MattEdd One-ShotsWhere stories live. Discover now