31

5.5K 355 229
                                    

¿Dónde estás Aliana?

───

El auto poco a poco fue frenando, mientras que observaba a papá acomodarse y arreglarse, me sentía algo sofocado al estar aquí en la parte trasera con dos grandes mujeres. Rosita a mi derecha no tardó en bajarse del auto, le seguí el paso sintiendo el acalorado ambiente que chocó en mi rostro, provocándome molestia. Cerré la puerta del auto con cuidado, observando a mi lado a Tara limpiarse el sudor de su frente; estaba algo tranquilo con su regreso inesperado el día en que me fui al santuario. Ella me observo y sonrió, no tarde en asentirle, arreglando mi sombrero y esperando a que papá bajara del auto. Veía los grandes muros de Hilltop darnos algo de sombra, habíamos decidido tomar este rumbo temprano en la mañana. Suspire hondo, caminando detrás de Rosita y Tara, quienes se fueron adelante con papá y Michonne. Mi sombrero me daba sombra, aunque estaba cabizbajo, sabía que nos recibirían aquí con las manos abiertas pues Maggie Greene ya nos había presenciado. Estaba ansioso con este encuentro que nos vendría bien a todos, aunque no sabía la razón por la cual papá decidió venir hasta aquí, sabría que valdría la pena.

Los cinco llegamos hasta las grandes puertas de Hilltop, en donde estaban residiendo tres de las nuestras, aunque antes eran cinco; dos aún se encontraban desaparecidas. Suspire hondo, esperábamos a que nos pudieran abrir y dejarnos pasar, mientras que observé a papá mirarme él no tardó en sonreírme, dándome aliento para que estuviera relajado y evadiera mis emociones. Mis manos sudaban y no tarde en llevarlas hasta mi mahón para secar el sudor, observando luego cómo las grandes puertas de Hilltop se abrían delante de nosotros. Siguiéndole el paso a los demás yo no tarde en sentirme aliviado de ver a Maggie Greene en buenas condiciones, aunque quería ir hacia ella y abrazarla, papá se nos había adelantado. Ese gran vínculo nadie ser capaz de romperlo, no había nada más que me causara felicidad que ver estos tipos de encuentro, que ver a mi grupo reunirse con paciencia. Los brazos de papá se estrecharon fuertemente en el cuerpo de Maggie, abrazando a esta gran persona que había caminado junto a nosotros en esta gran aventura. Aunque sabíamos que Maggie estaba en un estado de tristeza, nos alegraba o al menos a mi me alegraba verla feliz.

—¿Como está el bebé?—fue lo primero que escuché provenir de papá, mientras que nosotros cuatro estábamos aparte observando y dándoles espacio. Maggie con una gran sonrisa no dejaba de observar a papá, mientras que en mi campo visual pude ser testigo de cómo Sasha Williams y Enid se acercaban a la escena.

—Estamos bien Rick, el bebé está bien, está a salvo.—pude observar el brillo en los ojos verdosos de Maggie, sintiéndome lleno de felicidad al saber que esa criatura; fruto del amor que ella y Glenn se tenían, estaría a salvo.—Estamos bien... excepto una cosa... —esa sonrisa se borro de su hermoso rostro, provocando un ambiente tenso, aunque ya sabríamos lo que se avecinaba, no pude evitar acercarme a Enid y recibirla con un abrazo.

—Lo siento... —susurro ella en mi oído, no tenía duda de que ella sabía que ya yo estaba enterado de la triste noticia que a todos nos estaba consumiendo de la curiosidad, asentí soltándola del abrazo y cambiando mi mirada a mi campo visual principal.

—Lo sabemos Maggie, y las vamos a encontrarnos nos cueste y quite tiempo, las encontraremos.—papá estaba firme de su decisión algo que me alentó a tener esperanza de que todo saldría bien, aunque no pude evitar sentirme impresionado y con el pecho inflado cuando presencia tal persona.—Tú tenias en razón en cuanto dijiste que debíamos pelear, no quise escucharte no aceptarlo pero estoy aquí porque estoy listo para pelear.—fue lo que dijo mi papá, realmente estaba lleno de firmeza pero para su sorpresa él aún no había presenciado lo que yo presentí.

—Daryl... —susurré para mi mismo al observar a ese hombre estar aquí en el mismo lugar que nosotros, Jesús camino a pasos lentos detrás de él y nadie sabe cómo me sentí cuando vi a mi papá con la misma impresión que yo.

𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐍𝐙𝐀 ─𝐂𝐀𝐑𝐋 𝐆𝐑𝐈𝐌𝐄𝐒  ①Where stories live. Discover now