Capítulo 1- Despedida y Viaje...

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-¡VOY A EXTRAÑARTE TANTO EM!- exclama mi madre a un nivel de voz que la escucharían hasta sus antepasados mientras me ayuda a empacar. Estoy en mi habitación, la cual ahora noto más pequeña y con falta de espacio aunque la voy extrañar mucho.

-Ya me lo dijiste unas 10 mil veces en lo que va de la tarde má, y sabes que yo mucho más, me harás demasiada falta, al igual que papá- le respondo a la vez que la abrazo como por séptima vez en los pasados 20 minutos, no me fastidia hacerlo por supuesto, son los mejores abrazos del mundo, y no los cambiaría por nada.

En ese momento llegan mis amigas a la casa y se dirigen a mi habitación, Alex, Lola y Eli, las hermanas que nunca tuve, ellas no irán a estudiar conmigo, sino que tienen otros planes que les vendrán mejor.

-¡EEEEEEEM!- grita Alex apareciendo en la puerta de mi cuarto, al parecer hoy están todos sordos y hablan con unos cuantos tonos más por no decir gritando. Entra y me abraza como si fuera un oso de peluche gigante que lo estrujas y estrujas pues sabes que no siente dolor, pero resulta ser que no lo soy, así que trato de separarme de ella

-A...lex, me as...fixi...as

-¡Oh, lo siento amiga! es que voy a extrañarte demasiado- me dice soltándome al fin y sonriendo.

-Aww, sabes que yo también, a todas- respondo abrazándolas con fuerza, no quiero dejar de verlas por tanto tiempo

-¡Espero volver para navidad y así ir a visitarte!- menciona Lola, quien se irá de viaje a Londres por 9 o 10 meses ya que consiguió una beca para estudiar arquitectura, mientras que Eli se irá a Cuba por 2 años a estudiar Educación Especial y Alex se tomará un año sabático para recorrer el mundo. Estoy muy feliz por todas ellas aunque me gustaría que se vinieran a vivir conmigo en un piso para las 4 solas, con sala de cine y una cocina enorme, pero la vida nos llevo por otros caminos.

-¡¡Claro que lo harás Lola!! Voy a matarte si no lo haces- le respondo amenazándola con un zapato que coloco en mi valija.

-Déjame ayudarte- me dice Eli tomando un par de remeras del armario, ella siempre tan servicial, como voy a extrañar su compañía, la de todas en realidad, cada una con sus cualidades y defectos.

-Bueeeeno, calma, vibra positiva que no queremos que Em tenga un viaje peor a lo que probablemente sea, lo siento Em, yo te quiero pero sabes que tengo razón- dice Alex y me mira, todas comenzamos a reír sabiendo que está en lo cierto. No me sorprendería que mi asiento esté al lado de un gordo que no se baña desde que se invento el desodorante y aun así ni eso usa o de una mujer desesperada con su bebé llorón y su hijo de 2 años que siempre tiene algo por lo que quejarse o hasta un anciano sordo que ronque como una moto sierra además de los niños malcriados con música alta o el ejecutivo que no para de hablar por teléfono ni a las 3 de la mañana, en fin, típicos pasajeros de un autobús... El viaje comienza a las 2am llegando a las 7.30, creo que cualquier persona medianamente normal le gustaría dormir en esas horas ¿no?

-Si, es verdad, mucha suerte amiga- me dice Eli colocando su mano en mi hombro dándome apoyo moral

-Gracias chicas, la voy a necesitar- les respondo y nos abrazamos por última vez antes de terminar de empacar. Se quedan haciéndome compañía hasta la hora de partir, me despido de mis padres y me voy con las chicas a la estación de autobuses de mi querida cuidad (noten mi sarcasmo). Una vez allí, dejamos mi valija en el portaequipajes del autobús y nos abrazamos como si fuera el último abrazo que nos vayamos a dar en la historia. Algunas lágrimas amenazan con salir de mis ojos pero no llego al punto de llorar porque ese tipo de cosas no son para mí, nos decimos lo mucho que nos queremos y que nos vamos a extrañar, que nos mantendremos siempre en contacto y contándonos todo lo que pase.

Me subo al bus que en 15 minutos saldrá con destino la capital del país, saludo a las chicas desde mi ventanilla y reviso mi celular para hacerme la que hago algo y no tener que verle la cara a mi compañero de viaje o al resto de los pasajeros que comienzan a subirse. Estoy rezando para que a mi lado se siente alguien dentro de la escala de personas normales y así es... un chico de cabello castaño claro con un buen sentido de la moda a pesar de ser las 2am se acerca a mí, yo con mi imagen de indigente, me apresuro a al menos acomodarme el cabello y tratar de brindarle una sonrisa un tanto normal para darle una buena primera impresión y que no piense que le toco viajar con una vagabunda. Me mira con una expresión un poco extraña pero después sonríe y se sienta, me saluda con un simple hola y se recuesta en el asiento, se coloca sus auriculares y me mira con una sonrisa

-¿Qué?- le pregunto, de verdad no entiendo porque me mira fijo

-Nada, me gusta tu cabello- me responde sonriendo, sonrío a modo de agradecimiento. Me ofrece un auricular y habla:

-¿Te gusta Simple Plan?- pregunta

*¡¿QUE SI ME GUSTA SIMPLE PLAN HOMBRE?! PUES CLAAAARO, LOS AMO, LOS ADORO Y SON LOS MAS GENIOS DE LOS GENIOS* grito en mi interior más que emocionadísima porque a un chico lindo que le gusta una de mis bandas favoritas se siente a mi lado. En cambio le respondo:

-Claro que si, ¿a quién no?- sonrío y tomo el auricular después de recostarme en mi asiento a la misma altura que él... al parecer este viaje no será tan malo, ¡¿qué pasa?! ¿Por qué esta buena suerte tan de repente? ¿Algo terrible pasará después o simplemente mi suerte está cambiando? tal vez vida nueva implique suerte nueva... ¿quién sabe? Eso espero.


Cuestión de SuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora