Capítulo 25 - Romara y Julieta

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Estoy en mi habitación releyendo la obra solo por si acaso pero no me puedo concentrar, con solo recordar el momento en que conocí al diablo y ella a mi, es más que suficiente para distraerme.

¿Saben de eso llamado "amor a primera vista"? Bueno, déjenme decir que el "odio a primera vista" también existe y nuestro encuentro con la adorable Sara (sobra el sarcasmo aquí), es un muy buen ejemplo. Después de evitar que nos matáramos con las miradas, Sebastian me trajo a la residencia y regresó con su novia que la esperaba en su casa. En el camino, me contaba como la conoció, cuando, me decía lo perfecta que era y como para no, ERA MODELO. MODELO DE VERDAD. De esas que desfilan por pasarelas en todo el mundo y son perfectas de donde las mires. Me tenia harta pero no dije nada.

Ahora estoy tratando de comunicarme con él por décima vez pero no responde a su celular. Necesitamos ensayar por última vez, todavía hay detalles que perfeccionar y no hay mas tiempo que hoy. Se la ha pasado con Sara ahora que esta en la cuidad, ya que en las vacaciones tiene que irse a un desfile en Australia.

Yo el único intento de salir del país fue cuando tenia 6 años y cruce con mis padres un puente al país vecino a comprarme una muñeca rubia que pasaban en los comeciales pero ahora que recuerdo la mía era con el cabello morado y le faltaba un zapato... En fin, NECESITO QUE SEBASTIAN RESPONDA SU MALDITO TELÉFONO.

Al decimosexto intento, lo hace.

-TE VIENES PERO YA- le grito como saludo

-Woho, tranquila fiera. Tengo novia ¿recuerdas?- me dice burlón

-Es en serio idiota. Tenemos que ensayar por última vez y luego te dejaré en paz- le respondo frustrada

-Bien, voy con Sara ¿si? Estoy ahí en 15- me dice y cuelga sin darme tiempo a responder si me parece bien que traiga a su novia, lo cual es obvio que no. No me parece bien en ningún sentido.

Me siento a esperar y tal como me dijo Sebastian, en 15 minutos están los dos en mi puerta. Les abro con la sonrisa falsa mÁs real que puedo hacer y saludo

-Hola

-Hola Em- me responde Sebastian sonriendo y entrando a mi habitación con Sara tomada de su mano

-Hola- dice la estúpida, digo Sara, con cara seria demostrando que no está nada contenta con estar en la misma habitación que yo. *El sentimiento es mutuo querida* pienso para mi.

-¿Y bien? Aquí estoy, comencemos- me dice Sebastian y se sienta en mi cama. Sara se sienta a su lado y mira mi biblioteca

-¿Quien lee libros? Dios, que aburrida- dice

-¿Las personas?- le respondo con tono obvio *si que es estúpida* dice mi conciencia, y por primera vez estoy de acuerdo con ella. -¿Acaso tu novio no tiene una biblioteca con el triple de libros que yo?- le pregunto

-Si, pero son de su padre y los tiene como decoración tonta- me responde ella desinteresada. *Tonta tu madre* pienso y después analizo su comentario... ¿Qué? ¿De decoración? Por favor, no me hagas reír. Se los leyó todos y más de una vez, seguro. Se sabe Romeo y Julieta de memoria y me vienes a decir que son decoración; cada minuto que pasa es mas estúpida. Igualmente lo que más me sorprende es que probablemente Sebastian fue quien le dijo eso y no la verdad, que eran suyos y que adoraba leer... ¿por que a mi si? No tengo idea, tampoco es como si fuera mi problema.

-Oh- es lo único que digo

-Bien, ensayemos- dice Sebastian cambiando de tema y levantándose  de mi cama, dejando a Sara sola. Viene hacia mí y comienza a hablar, cada vez que voy a responder, Sara interrumpe y comenta lo bien que Sebastian dice su parte... creo que voy a matarla. ¿Acaso cambiamos de obra a Romara (Romeo y Sara) y Julieta? No lo creo. Esto es ROMEO, o sea SEBASTIAN solo no acompañado de Sara, y JULIETA, o sea yo, Emma, no Sara.

Cuestión de SuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora