12 장.

3.5K 375 38
                                    

12 장

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

12 장. | Capítulo doce.

YoonGi.

Este chico saca todo lo peor que hay en mí.

No sé qué me pasa, pero cuando lo tengo frente a mí no puedo controlarme. Lo cargo y voy escaleras arriba a mi habitación, está más que aclarar que esta casa me pertenece, el sistema de seguridad lo diseño mi empresa así que es imposible que escape y hasta arreglar el "asunto" no lo dejare ir.

Enciendo el foco de la habitación dejándola apenas iluminada, no quiero cohibirlo, pero necesito ver su cara cuando le haga el amor.

Sin mucha delicadeza lo dejo caer sobre el colchón, rebota e intenta incorporarse apoyando sus codos, pero lo tomo de los tobillos y lo jalo para que este nuevamente recostado. Quito uno de sus zapatos y muerdo su dedo gordo del pie, se retuerce mientras hago la misma acción que el otro. Se nos dificulta respirar, JiMin por los nervios y yo por el deseo carnal de querer estar dentro de él, caigo sobre su cuerpo sosteniéndome de mis brazos, mantengo contacto visual con esos ojos felinos que me arruinaron desde el primer día que los vi, me deleito al ver el sonrojo en sus mejillas que termina en la punta de su nariz: precioso.

Paso mi lengua desde su cuello hasta sus gruesos labios, no los abre, sonrío y continúo mi tortura de besos en su zona erógena, siguiendo hasta el lóbulo de su oreja, gime y se retuerce, que me desea, sus pupilas están dilatadas y sus labios rojos hinchados dejando salir aquellos preciosos sonidos. Reconozco a la perfección las señales que manda su cuerpo para indicarme que se encuentra al punto, él no miente.

- ¿Me deseas, JiMin? -susurro, quitando su camiseta.

Silencio, me ocupo de chupar y succionar otra de sus zonas erógenas: sus rosados pezones.

- Pregunte si me deseas... -siguió sin emitir palabra, beso su clavícula y mis dedos comienzan a jugar con sus pezones.

- ¡Y-Yoongi!~ -lanza mi gatito, está listo para que lo tome una vez más, pero necesito que me lo diga, quiero que me lo pida, que ruegue que quiere esto tanto como yo.

Desabrocho su pantalón y me pongo de pie deslizándolo por sus largas piernas, su bóxer de encaje es blanco con lacitos en ambos lados, puedo ver lo excitado que esta.

Mi boca no puede cerrarse ante semejante tentación. De pie, bajo su atenta mirada comienzo a quitar mi camisa, no digo palabra cuando lo deslizo sobre mi cabeza, continúo con el cinturón desabrochándolo dejando mis jeans asomar mi bóxer negro y mi muy dolorosa erección, quito mi pantalón junto con mi ropa interior, hoy este pequeño tendrá una dosis completa de Min y se le irán las ganas de jugar conmigo.

Propuesta Indecente ● YoonMin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora