Cuando no esté, el mar seguirá abrazando tus piernas, el aire aún podrá jugar con tu pelo oscuro para que contraste con las nubes y todavía quedarán lunas que acompañen esas noches tuyas de verano.
No estaré, puede que de hecho no haya estado y mis años me delatan. Quizás no lo apreciamos pero el tiempo no espera a nadie y ni a ti ni a mi nos ha ignorado.
Y sigo sin poder estar, aunque sea de bruces contra el suelo, hundido en el barro, pero a tu lado.
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Noches de verano en primavera
RandomPequeños textos en los que me expreso y reflexiono abusando del uso de figuras retóricas.
