Noches de verano en primavera

Pensamientos de medianoche

Leo brechas desde el cráneo,

han venido a darme los buenos días.

Dicen ser tú, aseguran,

pero no creo que sean tan crueles.

Al menos no tanto como tú.

Me cansa el sabor a perfume azul,

me cansa la canción del jilguero,

me cansa esperar sentado en un banco...

Me canso y el tiempo manda postales sin ton ni son.

Una tumba más abierta para otra marioneta,

y no dejan de llegar postales con lápidas en el dorso.

Creo que, con los años, ya va siendo hora

de limpiar las botas sucias por tu lodo.

Ya es hora de abrazar con fuerza la cama,

y unirme a ella en un "eterno conocerse".

E ir, y venir, de sueño en sueño,

hasta dar con el epicentro de este drama.