Sigo esperando sentado en aquel banco, deambulando por lo que una vez fuimos y ya no quiere serlo. De vez en cuando recuerdo y no puedo evitar castigarme y odiarme por todo lo que hice y lo que no hice y lo que debí haber hecho. Me siento vacío. Desde que lloré y seguí adelante no soy más denso que el mar sin sus peces, o el cielo sin nubes. Sencillamente me envuelvo en años azules y grises para sentarme en aquel banco, correr un tupido velo, y no tener que ver más allá del anhelo.
Y allí sigo. Sentado en aquel banco, soñando.
JE LEEST
Noches de verano en primavera
OverigPequeños textos en los que me expreso y reflexiono abusando del uso de figuras retóricas.