Mi Mejor Casualidad

IV.

Han pasado un par de semanas, empezaba a acostumbrarme a mi rutina pero tengo que volverla a cambiar, pues todas las mañanas antes de entrar a mi servicio veía a mi novio pero ahora no hemos estado bien, simplemente nos hemos distanciado.
Las cosas no se ven que tengan arreglo entre nosotros, cada que hablamos por mensaje terminamos peleando por una o por otra cosa, la principal y según él mi culpa de que yo no tengo tiempo porque me la paso estudiando, eso es cierto, pero siempre doy un tiempo en las mañanas para verlo, pero parece no notarlo, me reprocha el hecho de que no respondo rápido los mensajes, pero todo tiene una motivo, mi motivo es que estoy esforzandome en la escuela.

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Ha pasado una semana sin ver a mi novio, y por fin lo veré, pero pasa lo que ya se veía venir, me pide un tiempo, la frase que tanto odio, porque solo es una mentira el hecho que solo un tiempo pero después volverá, una frase que duele y que siempre odiare. No puedo rogarle amor, no puedo rogarle que me quiera, no debo hacerlo, así que no insisto.
Después de verlo me voy a mi servicio como siempre, pero no me siento bien, el hecho de pensar que lo que teníamos, el tiempo que compartimos se acabó de esa manera me duele muchísimo.

El día a terminado, llegó a mi casa, siento un vacío y es su ausencia, pero que puedo hacer, no puedes exigir amor donde ya no lo hay, simplemente no se puede, tengo que dejarlo ir. Mi madre se da cuenta de mi tristeza pero no me dice nada y se lo agradezco.
Doy vueltas en la cama y tengo ganas de llorar, son tantas que no las aguanto y lloro para no guardarmelo, cuando me controlo me siento en una silla y en medio de la oscuridad en mi habitación me prometo olvidarlo, ya no sufrir por ese amor, será lo mejor, no puedo encapsularme en una persona que no tiene interés en mi. Me lo prometo y pienso cumplirlo si o si.