Mi Mejor Casualidad

VIII.

A pesar de los problemas familiares por los que estoy pasando cada mañana me levanto con el ánimo de que las cosas estarán mejor.
Llegando a mi servicio todo es trabajo, a pesar de que yo no estoy interesada en estudiar administración se me esta dando muy bien, aunque se me sigue haciendo muy aburrida toda la onda del papeleo, pero siempre siempre se me pasa lo aburrida cuando veo llegar a Daniel siempre de una manera inexplicable hace que todos mis problemas se me olviden por un buen rato, me encanta la manera en que llega y me dice buenos días, con esa voz que tanto me fascina, no puedo con tanta perfección de su parte.
No todo es trabajo, con la administradora María de repente platicamos de distintos temas, ahora ya me tomo mucha confianza y se ve que le preocupo, me cuenta de como son todos los del personal, el lado bueno y malo de todos, en particular nunca olvidaré lo que me dijo del enfermero Daniel, -no te relaciones mucho con él, tú eres una niña muy tranquila y él es un inquieto- siempre que hablábamos de él por cosas del trabajo me decía que Daniel hacía un buen trabajo pero que desconfiaba de su forma de ser como amigo siempre diciendo que es tremendo, al parecer quería que se me quedara grabado para que no me acercara a él, de alguna u otra manera creo que ella ya se había dado cuenta de que me gustaba por eso no quería que yo me relacionará con él, yo solo me reía diciéndole que casi no le hablaba, pero a la vez se me hacía muy chistoso pensar que a pesar de los comentarios de María a mi me interesaba mucho conocerlo más y ser su amiga.

Desde mi punto de vista Daniel no se veía que fuera una mala persona, al contrario era muy amigable y de repente se daba a la tarea de platicar conmigo, aunque era muy extraño, había días en que me saludaba y platicaba conmigo, pero había otros en los que se la pasaba ignorandome todo el día, ni si quiera me miraba a pesar de que yo trataba de que lo hiciera. No se porque eso me llama aún más la atención, se me hace muy misterioso de su parte pero me agrada, pienso lograr el objetivo de que seamos amigos, aun no se como pero ya se me ira ocurriendo algo. Mientras seguiré observándolo cuando no se de cuenta, me encanta mirarlo, no se que tiene su porte de creído pero me esta volviendo loca.

De vez en cuando alguno de los consultorios se desocupa, esos días son perfectos para mi ya que me mandan a trabajar allí donde puedo tener la tranquilidad de estar sola, al principio trataba de mantener la puerta cerrada, pero ahora la mantengo abierta todo el tiempo, así puedo ver cada que pasa Daniel, al yo estar detrás de una computadora se que no verá que lo observó cada vez que pasa. De repente entra a pedirme alguna cosa, con mayor frecuencia pegamento y claro yo veo de donde lo saco pero se lo consigo.
En mis momentos de observarlo se me cruza por la cabeza la idea de que soy una acosadora por mirarlo tanto y si él se da cuenta si no es que ya se dio cuenta también debe estarlo pensando, trato de ya no hacerlo pero es imposible evitarlo, ¿cómo ignoras la presencia de la persona que tanto te gusta?