Mi Mejor Casualidad

IX.

Me encuentro en el último parcial del semestre, las cosas se me están complicando un poco, en especial en la materia de física, nunca se me ha dado desde el semestre pasado pase igual por esto.
Estamos iniciando noviembre, por lo que solo queda un mes para que termine quinto, cada día tengo menos energía, con eso de que me levanto temprano para ir al servicio y salgo casi a las 8 de la noche de la escuela, esta rutina fácilmente esta acabando conmigo, al igual que tomando en cuenta que mis tareas las hago de madrugada, no entiendo como sigo de pie cada día.

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Ahora se que uno de los motivos para seguir con energía es cuando veo a Daniel, su presencia me llena de ganas de seguir, no se que me esta pasando con él, se que solo podremos ser amigos, pero tiene una chispa que me encanta.
Estas últimas semanas hemos hablado más seguido, de repente cuando él se desocupa y yo pues no me desocupo porque siempre tengo trabajo pero aun así cuando me habla trato de ponerle toda mi atención aunque no se note, sigo siendo muy fría con mis respuestas y se que con eso él debe pensar que sigo sin querer hablar, pero es que me pone muy muy nerviosa, yo soy de las personas que acostumbran a ver a las personas a los ojos mientras me hablan, pero con Daniel no podía hacer eso, ya que si lo miraba no podía evitar sonreír y eso podría parecerle extraño por eso evitaba verlo, solo lo veía a los ojos cuando él no se daba cuenta.

Antes yo suponía que el pensaba que no quería hablar con él o que era tímida o algo por el estilo, pero ahora confirmo que lo piensa. Con una pregunta que me hizo.
-Oye, ¿tú te consideras tímida o penosa?, me pregunto, a lo que yo le respondí que no riéndome, en ese momento la administradora María estaba a mi lado contestandole a Daniel, -es así porque no esta con sus amigos- todos reímos pero posteriormente Daniel se levanto y se fue. Ahora no se que piensa de mi con lo que dijo María, de algo estoy segura es que no creyó mi repuesta de que no soy tímida.

Cuando Fran y Bryam no van al servicio o cuando no tengo computadora para trabajar, Maria me manda a la computadora de recepción, pero a pesar de que llevo la mitad de mi servicio ya empiezo a aburrirme, ahora más con las cientos de facturas que me faltan por hacer, vamos muy atrasados en los reportes semanales del centro de salud, pero lo que me agrada de ir a trabajar en recepción es que cuando Daniel puede se va a sentar a mi lado a platicarme un par de cosas, en ratos aparecen silencios incómodos que yo rompo diciéndole que me cuente otra cosa, hoy en particular me cuenta un poco de su vida, de su familia, cosas que le gusta hacer, sobre donde vive y cosas asi, ese día me encanto ya que los dos estábamos muy cerca, se veía más guapo de lo normal, su uniforme normalmente era un pantalón azul marino con filipina blanca, pero ese día llevaba un pantalón blanco que lo hacía verse demasiado bien con su suéter gris que complementaba su perfección, platicamos una par de cosas más mientras se pudo, él me preguntó la fecha de mi cumpleaños, la cual es el 26 de diciembre, por alguna razón me traía embobada que ni siquiera se me ocurrió preguntarle igual su cumpleaños, también me preguntó mi edad a lo que yo respondí que tenía 16 y así pasamos una rato más hasta que tuvo que irse porque tenía pacientes que atender.

Cuando salí de mi encantamiento pensé en ir a preguntarle su cumpleaños pero se me hizo demasiado tonto por lo que ocupe la ventaja de apoyar en administración para accesar a su expediente, en administración no sólo llevamos el control de la contabilidad de la unidad, también llevamos el control de los expedientes de cada uno de los trabajadores, esos expedientes se encontraban en un mueble al que yo tenía fácil acceso. Antes de retirarme a la escuela fui a sacar su expediente para ver su fecha de nacimiento que es el 2 de octubre, dándome cuenta de que ya estando yo allí había sido su cumpleaños y yo ni en cuenta, en su documento decía que tenía 17 años por lo que deduje que ahora tendría 18, no creo lograr nada más con el pero lo que me agrada es que no sería muy grande para mi. Ese documento también incluía una fotografía donde igualmente se veía muy bien, casi me dan ganas de llevarmelo para sacarle un copia, pero no, son cosas que no tengo permitido hacer.

Cuando llegue a la preparatoria iniciaron las clases, casi diario por razones de que luego se me hacía un poco tarde al salir del servicio terminaba llegando cuando ya estaban entrando al aula o cuando ya estaban adentro. Cuando ya es final de semestre las clases se pasan muy muy rápido pero se vuelven muy pesadas tanto con los trabajos en clase, como con las tareas.
En el receso le platico a Lili todo lo que platico con Daniel, se que no es la gran cosa pero me emociona demasiado contarle esto ya que ella es la única que sabe que es mi crush.
Lili es la amiga a la que le tengo más confianza, es una ñiña que siempre ha estado allí para mi y que amo la forma en como pone atención a mis platicas, aunque no tengo futuro con Daniel y ella lo sabe siempre me anima a que le cuente lo que pasa con él. Ojalá Lili siempre esté en mi vida, no podría contarle esto a nadie más que a ella, no solo esta para mis platicas de mi crush, sino también para platicas sobre mis problemas familiares, la escuela, en general todo y ella sabe que igual puede contarme y me cuenta lo que sea, ella es de esas personas que vale la pena conservar, que llega con esa alegría que necesitas a iluminar tu vida y que sin duda alguna ya está y estará siempre en mi corazón.