Noveno Rugido

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Ingrid Hamada sintió otra sacudida y despertó con fuerza.
Había Sido una noche bastante intranquila; pero los doctores le dijeron que eso sería normal por los próximos días a causa de su "incidente".

Tal vez solo estaba exagerando y había Sido un retortijón causado por sus dolores estomacales, los cuales habían hecho de esa semana un tormento horrible, pero pronto notó otra sacudida que la hizo despertar del todo. Llevó la mano al bolsillo de su pecho y acarició suavemente por fuera asegurándose que el "contenido" se calmara, algo que ella misma estaba tratando en ese momento.

- Tranquilo. Sólo unos días más y saldremos de aquí... - Sintió la mirada de reproche del "interior" de su bolsillo y decidió replicar.- Te juro que no sabía que ese remedio me haría tanto daño al estómago. ¡Yo creí que ayudaría...!

Pero sus palabras se detuvieron al oír un fuerte rugido acercándose a gran velocidad. Ella y el interior de su bolsillo intentaron buscar la fuente... Pero la fuente llegó a ellos de golpe.

Una figura atravesó el muro que daba a la ventana con fuerza y se estrelló en la pared de en frente. Se levantó una enorme polvareda por varios segundos. Ingrid intentó divisar qué ocurría, y tras unos segundos logró ver incrustado en el muro una figura atlética vestida de rojo con un abundante cabello rojizo. El hombre tosía fuerte a causa de la nube de polvo y escombros que se levantó por su accidentada llegada. Pero de inmediato posó sus brillantes ojos verdes en ella.

- ¿Estás... *COF* estás bien? - Dijo la figura en un tono amable aunque entorpecido por la tos.
Ingrid trató de responder pero, antes de articular alguna palabra, una esquelética y amenazante criatura de cuatro brazos apareció chillando por el mismo hoyo que creó el hombre de rojo y saltó hacia él intentando morderlo; acto que él apenas y pudo detener con ayuda de una lanza del mismo color que su traje.

- TÚ... OLER A MIRACULOUS... ¡DARME TU MIRACULOUS! - Vocifero la bestia.

Ingrid instintivamente cubrió su muñeca con la mano. ¿Acaso esa criatura sabe?

- Hay pacientes durmiendo. ¡¡Baja la voz!! - Dijo el de rojo quien, con una fuerte patada en el pecho lanzó al ser por el mismo hoyo por donde entró. Se bajó del hoyo en la pared y se encorvó por un momento, tratando de recobrar el aliento.

- ¿Estás... Bien? - Dijo Ingrid, bajando de la cama para poder acercarse al enmascarado.

- Oye... Yo pregunté primero. - Dijo el héroe con una sonrisa mientras sacudía su cuerpo para retirar todo el polvo. - lamento mucho irrumpir en tu cuarto así, pero... Dios esa cosa parece intocable. ¡Bloquea todos mis golpes!

- Pero lo pateaste en el pecho... - Acotó ella caminando despacio hacia él aún débil por las medicinas.

- Bueno sí, creo que lo agarré desprevenido por el polvo y... - Paró en seco, como cayendo en cuenta de algo. - ¡Eso es!

- ¿Qué es? ¿Qué pasa? - Preguntó Ingrid confundida y tratando de caminar más rápido hacia él, aunque su dolor de estómago no se lo permitía.

- Nada... Me hiciste darme cuenta de algo muy importante. - Dijo el muchacho. - Pero primero ven, te voy a sacar de aquí.

Pero justo cuando el de rojo estaba acercándose a Ingrid; de pronto un destello amarillo iluminó el cuarto y, en 2 segundos, Ingrid se descubrió en los brazos de una chica vestida de forma similar al de rojo.

Sólo que ella estaba enfundada en un traje amarillo de manchas café, similar a un jaguar. Una máscara con el mismo color y patrones cubrían su rostro con excepción de su nariz y boca. Llevaba su cabello castaño peinado hacia atrás y amarrado en una larga trenza.

Miraculous Chronicles - A Lion's TaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora