cap. 2 Te necesito?

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Te necesito Lorenzo

Habían pasado dos años desde la última vez que alguien lo había llamado por su nombre. Estaba tan ensimismado en esa ensoñación que ni se planteó cuestionarlo.

¿Qué necesitas? dijo el pordiosero .

- Tú colaboración para un proyecto., respondio Tom.

- Todo tiene un precio,  le aseguró Lorenzo.

- Sube y lo discutiremos, dijo Tom con una sonrisa .

Se montó en el que era su antiguo coche y cerró la puerta, sellando de esa manera el que sería su inminente destino. Tom lo necesitaba por alguna razón y Lorenzo estaba sediento de venganza. Seguro que los dos llegaban a un acuerdo del que se aseguraría de salir ganador.

- Lorenzo, ¿cuándo fue la última vez que te bañaste?pregunto con asco Tom.

- La fuente del parque está vigilada últimamente, respondio él sin dar impotancia.

- ¿La fuente del parque?- se rió- ¡Por favor, mírate! Y pensar que eras el más grande, mi ejemplo a seguir.

- Si lo que quieres es burlarte de mí! , me bajo aquí mismo,  lo amenazó Lorenzo .

- ¡No, espera! respondió nervioso Tom.

La cosa se ponía interesante. Tom Holland estaba transpirando y en su mirada leía el puro nerviosismo. Algo lo preocupaba, incluso lo asustaba y al parecer era el pelinegro la única persona capaz de solucionarlo. Bien, pensaba el pordiosero si es así lo soportaría un poco más sólo para saber qué demonios quería y mientras tanto, se dedicaría a pensar en su Ángel de navidad. Soñar era gratis, ¿no? Además, si lograba devolverle el golpe a su ex amigo traidor, tendría los medios económicos suficientes para acercarse a la castaña y que ella la viera. Jamás olvidaría el gesto que tuvo con él , jamás perdería ese billete de veinte dólares.


**********

Su coche seguía andando como la seda y en menos de quince minutos llegaron a su antiguo apartamento. Tom estaba dispuesto a restregarle toda su antigua vida, al parecer. Decidió quitarle importancia, pues él estaba a punto de recuperarlo todo. No volvería a ser tan estúpido una segunda vez. Iba a recuperar su casa, su coche, su empresa y su familia. Por supuesto, jamás olvidaría todo lo que había aprendido; cambiaría y sería una buena persona.

Al entrar en su viejo apartamento descubrió que la decoración había cambiado por completo y ahora era minimalista, en blanco y negro. No le gustó. A él siempre le encantaron los colores vivos, la decoración un poco más conservadora, más hogareña y cálida. Tom le hizo pasar y se dirigió directamente hacia el mini bar. Lorenzo lo siguió y recibió con mucho gusto su primera copa de whisky en los últimos dos años. Se terminó su whisky añejo antes de salir de esa casa pero pudo observar con rabia sus viejas botellas de vino. Ese vino valía más que toda esa casa.

- ¿Qué quieres? pregunto molesto el pordiosero.

- Veo que no pierdes el tiempo, sigues siendo el mismo de antes. Siempre directo al grano, respondió su ex amigo.

El Pordiosero y Su ÁngelWhere stories live. Discover now