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Julian
Pasaba por un día de mierda, realmente estaba enfadado y malhumorado, había discutido con Vaitiare hace unas horas ¿el problema? los estúpidos celos.
— Esto no puede ir peor — dije pateando el balón en la gran cancha del Veltins Arena.
Estaba practicando los tiros de esquina y ninguno me salía bien, cosa que me hacía enfadar más.
— Hey hermano, calma — sentí una mano apretar mi hombro con fuerza.
—Déjame Leon — hice un rápido movimiento soltándome de su agarre, lo que menos quería ahora era tener una charla.
— Julian hombre ya basta, estás así desde hace una hora — dijo cruzándose de brazos — anda cuéntame que ha pasado.
— No tengo ganas de hablar Leon — volví a tomar el balón y lo coloqué en el semi círculo pintado de blanco para intentar una vez más.
— Soy tu mejor amigo Julián, confía en mí— pateé el balón con tanta fuerza, fallando por milésima vez.
— Es Vaitiare — me rendí — hemos discutido por Lena.
—Vaya, no esperaba que fuera por eso.
— No entiendo porqué sigue con la estúpida idea de que yo aún tengo sentimientos por Lena, eso ya es pasado, yo la amo — dije refiriéndome a mi rubia favorita.
— Pero ¿le has dado motivos las estar celosa? — cuestionó
—Para nada, sólo se ha dejado llevar por chismes y habladurías.
—¿Qué es lo que dicen? — preguntó recogiendo uno de los balones que estaban en el campo.
— Que yo fuí ayer en la noche a la casa de mi ex y que no salí hasta varias horas después— recordar ese tipo de cosas hacía mi rabia aumentar— en realidad es cierto que fuí a casa de Lena, pero entré y salí, no me quedé por mucho tiempo, sólo tenía que recoger un encargo.
Lena me había ayudado a esconder el regalo de cumpleaños de Vaitiare, no lo tenía en mi casa por qué ella siempre descubría la mayoría de cosas que le compraba. Además pasábamos mucho tiempo en mi habitación, no entraré en detalles del por qué.
— Sólo habla con ella Jule, ya se le pasará el enojo — aconsejó — ella te ama, estoy seguro de eso — desvió la mirada con lo último que dijo.
— Intentaré, espero que no me la ponga difícil — murmuré recordando lo furiosa que estaba mi novia.
— Te ayudarte a que se le pase el enojo, voy a hablar con ella — dijo jugando con el balón que tenía en sus manos.
