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« EPÍLOGO »
Vaitiare
Estaba sumamente nerviosa, alisaba mi vestido cada dos segundos y arreglaba mi cabello tratando de controlar los mechones rubios que caían sobre mi rostro.
— Estás hermosa — chilló Debany entrando a mi habitación.
— Yo me casaría contigo, lastima que estás con Julián — añadió Danny recostada en el marco de la puerta.
— Y tú estás con Son, es imposible — le saque la lengua y ella me mandó un beso.
Hoy era el día, hoy daría un nuevo paso en vida y la felicidad no cabía en mi ser.
— Ya es hora de irnos hija — dijo mi madre parándose del sillón de mi habitación para tomar mi mano — estoy muy orgullosa de tí.
La abracé con todas mis fuerzas, sin ella esto no hubiera sido posible.
— ¿Pueden dejar sus cursilerías para poder irnos de una buena vez? — refunfuño mi pequeño hermano luciendo un traje azul noche.
— Está bien ya nos vamos Stephi.
Salimos los cinco de mi casa en el auto de mi madre, yo iba de copiloto y las chicas con Stephan iban atrás.
— Estás muy guapo bebé — dijo Debany tomando entre sus dedos la pequeña corbata de mi hermano.
— ¿Tu crees? — respondió.
Desde el espejo retrovisor pude ver a mi hermano sonrojado, Debs era su crush.
— Claro que si lindo — le dió un beso en su mejilla y él se avergonzó.
Me reí tan fuerte que mamá volteo a verme por un segundo sin entender.
Al cabo de unos minutos llegamos y mamá aparcó en el estacionamiento, con alguna dificultad ya que estaba abarrotado.
Bajé rápidamente del auto y me dirigí a la puerta de la universidad, Leke estaba ahí esperándome.
— ¡Que Diosa! — exclamó al verme — me encanta como te queda ese color.
— Hola — le dí un cálido abrazo entusiasmada — tú también estas divino.
Lucía impecable con un traje color azul marino, sin corbata, con un pañuelo blanco en el bolsillo de su saco, muy típico de él.
