No huyas *1*

"HILOS DEL DESTINO"

Me encuentro apoyada en el pecho de Stephen, después de ducharnos y de hablar nos hemos quedado en su cuarto, sentados en su cama, conmigo entre sus brazos.

Las lágrimas siguen brotando silenciosamente de mi. Me duele el pecho, me duele por haber aguantado tanto tiempo sin habérselo contado a nadie que no sea Sabrina. 

Stephen no ha parado de acariciarme la cabeza y de balancearse poco a poco conmigo. Su cabeza descansa en el hueco entre mi cabeza y hombro. Sus labios tocando mi piel y sus brazos dándome una fuerza imprescindible.

- Karina... de que conoces a mi madre?

Y ahí está la pregunta del millón. Suspiro y cojo fuerzas para seguir relatando mi pasado.

Después de que llegara la ambulancia,  se llevaron a mi hermano al hospital, tenían la mínima posibilidad de que sobreviviera, pero era poco probable.

Los policías no tardaron en llegar y examinar la escena que se repetía una y otra vez en mi mente. Una de las agentes se acercó a mí y me cogió en brazos. Salimos de mi casa y entramos en uno de los coches de policía que había aparcados fuera.

- Karina, voy a llevarte al hospital junto a tu hermano, allí te examinaran. Vale princesa?

No respondía, no era capaz de procesar nada de lo que me estaba diciendo, solo podía ver los rostros de mis padres y el de mi hermano.

Al llegar, me dejó en una sala de espera mientras hablaba con los doctores. Solo podía mirar al suelo, no era capaz de alzar la mirada. Hasta que una mano apareció en mi campo de visión. Alcé la mirada, y frente a mi, una mujer con abdomen abultado me sonreía.

- Hola princesa, que haces aquí tan sola?

Solo podía mirarla, su sonrisa, su aura pura y tranquila... lágrimas empezaron a brotar de mis ojos descontroladamente. Hasta que sentí unos brazos finos rodearme y estrecharme fuertemente.

- Tranquila pequeña... todo va a salir bien.

La señora tuvo que irse debido a su abdomen, pero me dijo que en cuanto se encontrara mejor, le diría a la enfermera que me fuera a buscar para hacerle compañía.

Volví a quedarme sentada en el salón hasta que la agente y una enfermera se me acercaron. Las dos se agacharon y me dijeron que mi hermano no había podido sobrevivir... que había fallecido.

Las lagrimas brotaban sin yo sentir nada... estaba muerta, respirando, pero muerta.

Cuando pensé que ya no tenía nada que hacer, otra enfermera se me acercó y me cogió de la mano para guiarme. Yo me dejaba llevar, lo había perdido todo, desde mi familia, hasta mi propia alma.

Al entrar en la habitación, la voz de esa mujer me hizo levantar la cabeza. Me acerqué a ella y vi un bulto entre sus brazos. Me lo mostró y la carita de un bebe asomó entre las mantas.

- Este de aquí se llama Kevin, Kevin... ella es...

- ... Karina... me llamo Karina.

Noto un suspiro por parte de Stephen.

- Así que conociste a mi madre cuando dio a luz a mi hermano... ese maldito pudo conocerte antes que yo

No puedo evitar reírme y esconder mi rostro entre sus brazos. Me embobo con el latir de su corazón palpitando en mi oreja. Es tan relajante que siento que no necesito nada mas.

- Karina

Alzo la mirada para mirar a Stephen a los ojos.

- Te quiero

Y con eso, siento que nunca mas voy a caer.