No huyas *1*

"NOCHE DE PASIÓN"

Me paso el camino mirando por la ventana del coche. Stephen se mantiene en silencio todo el camino, aunque de vez en cuando desvía la mirada de la carretera para mirarme.

Cuando llegamos al edificio, Stephen me coge en brazos y me lleva hacia su apartamento. Ahí me tumba en su cama y me abraza. Dejo que las lágrimas salgan... es irónico, pero es el único con quien no me importa demostrar cuan débil soy y cuanto me afectan las cosas.

El me acaricia en silencio, pasando su mano por mi espalda arriba y abajo, en un compás continuo, una sonata que acaba haciéndome cerrar los ojos y dormirme entre los brazos de la persona que amo.

...

Me despierto al notar una brisa cálida acariciarme el rostro. Me levanto y veo que estoy sola en la habitación de Stephen. Todo huele a el, es tan tranquilizador...

Miro hacia la ventana y veo que la puerta del balcón está abierta dejando ver la imponente espalda tatuada de Stephen. Me levanto y me acerco a el para abrazarle por la cintura.

Noto sus músculos tensarse y volver a relajarse. Se gira mirándome con cariño y me abraza. Su olor me inunda las fosas nasales llevándome a una paz que solo consigo entre sus brazos.

- Vas a estar bien preciosa... y yo voy a asegurartelo.

Alzo la cabeza y le miro. Se inclina hacia mi y me besa. Al principio es un beso suave, cariñoso, tierno... pero poco a poco se va profundizando, se vuelve salvaje, necesitado, fiero.

Rodeo su cintura con mis piernas cuando siento que me agarra del culo y me alza. Siento que camina, pero estoy tan absorta en sus labios y en su lengua que no se que hemos vuelto a la cama hasta que siento como me deposita con suavidad sobre el colchón y pasa a besar mi cuello y oreja.

- Si quieres que...

- Quiero hacerlo... por favor...

Stephen me mira y al ver mi suplica vuelve a besarme suave. Sus manos recorren mi cuerpo como si fuera lo mas delicado que ha tocado nunca. Siento sus labios de nuevo en mi cuello, haciéndome perder el aliento, mientras sus manos se cuelan bajo mi camisa y suben por mis costillas.

Arqueo la espalda y Stephen aprovecha para subirme la camisa hasta el cuello. Dejando mi sujetador a la vista.

- Te amo Karina...

Sonrío llena de cariño mientras siento como sus labios pasan a mi abdomen y me recorren arriba y abajo. De un momento a otro mi camisa y mi sujetador desaparecen de mi cuerpo, al igual que la camisa de Stephen. 

Me quedo embobada mirando su marcado abdomen, donde sus tatuajes me hipnotizan. Le veo mostrarme una sonrisa socarrona y acercarse a mi oreja juntando su pelvis a la mía.

- Disfrutando las vistas?

Contengo un gemido y giro el rostro, pero Stephen me coge la barbilla suavemente y me gira para que le mire.

- No huyas de mi mirada Karina, ni escondas tu cuerpo, porque eres hermosa.

 Me sonrojo y siento como sus labios vuelven a bajar, pasando por mi clavícula y esta vez quedándose en mis senos. Siento su lengua jugar con ellos mientras voy notando algo duro contra mi vientre.

Alzo las caderas y jadeo al escuchar a Stephen gruñir. Siento como sus labios bajan por mi abdomen hasta mis pantalones y de un tirón me quita tanto estos como mis braguitas. Intento apartarme, pero es demasiado tarde, su lengua recorre mis labios y gimo ante su tacto. 

Agarro las sabanas en un intento de calmar todas las sensaciones que suceden por mi cuerpo en estos instantes, pero es imposible, a medida que siento sus movimientos suelto jadeos y gemidos.

De un momento a otro siento que se aparta. Miro hacia el para ver que está haciendo, y me sorprendo al verlo frente a mi sacándose los pantalones y su bóxer. Por inercia aparto la mirada, pero los labios de Stephen me obligan a mirarle y a sentir como la falta de ropa hace que arda mas.

- Voy a entrar... si quieres que pare, me lo dices...

Asiento y poco a poco noto como algo se posiciona en mi entrada empujando poco a poco. De un momento a otro, su miembro entra por completo en mi y arqueo la espalda dejando salir un jadeo de sorpresa.

Siento como no se mueve, dejando que me acostumbre a su tamaño. Y dios que tamaño... en cuanto sale y vuelve a entrar lentamente siento como miles de sensaciones me recorren. Dirijo mis labios a los suyos y le beso con deseo. 

Eso provoca que gruña y que empiece a acelerar sus embestidas, provocando que gima de placer, arañe su espalda y muerda su hombro. Esto es demasiado especial, por primera vez siento que soy una con el, que me pertenece y que le pertenezco.

Empiezo a sentir como algo se forma en mi parte baja haciendo que gima mas, y Stephen lo nota porque acelera sus embestidas hasta que siento como exploto en miles de corrientes eléctricas.

Stephen da unas cuantas embestidas mas y cuando se viene lo hace gruñendo mi nombre.

Se tumba a mi lado y me abraza mientras yo me quedo mirando sus ojos grises llenos de pasión.

- Eres hermoso

Me deja un beso en la frente y me acurruca en su pecho. Miro hacia arriba y veo su perfecta sonrisa, esa sonrisa me mata, pero lo que realmente me matara sera la decisión que tomaré.

Cierro los ojos y disfruto de sus latidos, sus caricias y su presencia.