Segunda Parte CAPITULO 18

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Alice M. West

Saber que Ángela había salido de la vida y empresa de Diego me hacía sentir mucho más tranquila y confiada cuando me decía que debía ir a la isla, esa mujer desde que la conocí nunca fue de mi agrado y en varias ocasiones llegue a marcarle a Diego y ella no me lo pasaba. Desde el primer momento en que la vi supe que estaba interesada en Diego como hombre y no como su jefe.

Había pasado el tiempo y ya estaba finalizando el primer trimestre del embarazo y en la última consulta con el médico me autorizo poder viajar ya que por suerte todo estaba bien, los quistes en mis ovarios y en mi cuello uterino no habían aumentado de tamaño, lo que en mi estado era favorable y podía por fin poder regresar a la isla. Aun debía continuar con el reposo y cuidado pero ya no tenía tantas restricciones y podíamos regresar a nuestra casa, claro que a Diego no le parecía la idea, debido a que la prensa estaría sobre nosotros y ese estrés no me hacía bien pero con un poco de manipulación de mi parte claro, le hice ver que de esa forma ya no tenía que separarse por mucho de mí y que en cualquier emergencia el lograría llegar a tiempo cosa que con sus constantes a la isla y dejándome sola en Galicia no podría hacer, de modo que sin más remedio acepto.

Otra de las razones por las que insistí en regresar, era que sabía bien que estando en la isla Víctor no lograría acercarse a mí y de esa forma mis bebes también estarían seguros. Hace unos seis días mientras Diego estaba en la isla atendiendo unos pendientes de los hoteles y de sus empresas, recibí una llamada de Víctor, aunque no se identificó y llamo de un número desconocido se bien que era el por su vos – Ni el, ni esos bastardos se quedaran contigo, eres mía – esas habían sido sus palabras y sin que yo pudiera responder me colgó dejándome asustada.

Sin dudas se había vuelto loco y yo lo conocía muy bien él es capaz de hacer cualquier cosa con tal de conseguir lo que quiere, por lo que tres días más tarde en cuanto el medico menciono que ya podía viajar no dude en decirle e insistirle a Diego para volver, claro evitando contarle de cualquier manera aquella llamada, solo espero haber hecho lo correcto.

-. Ali ¿Estas bien? – Diego ll ama mi atención tomando mi mano – has estado muy callada desde que llegamos – comenta

-. Si, ahora que vamos de vuelta a nuestro hogar estoy bien – le tranquilizo – estoy ansiosa de llegar es todo – me mira a los ojos unos segundos y espero haber sido convincente

-. Lo se amor, pero debes prometerme que guardaras reposo, recuerda lo que dijo el medico

-. Cielo ya te prometí antes de salir que manejaría los asuntos de los hoteles desde casa, ya se está comenzando a notar el embarazo y aunque no pienso ocultar a mis bebes de momento no deseo tener a la prensa sobre mí – puntualizo

-. Yo menos – murmura colocando su mano sobre mi vientre – aunque claro la prensa daría a entender que nos casamos por el embarazo y olvidarían el tema del supuesto acuerdo

-. No tan supuesto Diego le recuerdo y asiente – pero bueno lo que necesito para estar tranquila es estar en mi casa y a ti en mi cama – susurro y me mira escandalizado

-. He creado un monstro – nos reímos, se acerca a mí, besa la base de mi cuello y mi cuerpo se eriza por completo en respuesta – yo también muero por hacerte mía y créeme cuando te digo que pasaras una semana conmigo en la cama haciendo de todo menos dormir – murmura con picardía

-. Eso compensara la luna de miel o parte de ella

-. Es lo que planeo y tengo una sorpresa para ti

-. ¿Una sorpresa? – pregunto y asiente

-. Sí, estoy seguro que te gustara, pero de momento no preguntes mas ya lo sabrás al llegar, tu por ahora solo descansa – me da un casto beso en los labios y me deja apoyar mi cabeza en su hombro, cierro mis ojos para en unos minutos caer en un profundo y relajante sueño.

Eras Tú - EditandoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang