Capítulo 35: "Siguiendo los instintos..."

109 22 9
                                    

Después de varias semanas de viaje, de los nuevos descubrimientos, y de varios intentos de recordar algo de su pasado, aquel vampiro logró ver en sus memorias, una mansión ubicada afueras de Venecia, sin embargo, no lograba recordar exactamente el lugar donde estaba.

Llevaba su mano al exterior del lugar donde estaba, extrañado de que el sol no lo dañase, y suspirando siente como aquella piedra en su collar brillaba-"¿Será esto?"-, murmuró sacando su collar, y al mismo tiempo que lo hace, siente su mano arder, y colocándose nuevamente esa joya, aquella desagradable sensación desaparecía.

Suspirando en aquel barco, vio como un adolescente le miraba curioso, y él frunciendo el ceño desvía su mirada colocándose de pie mirando el horizonte, las gaviotas se acercaban donde estaban ellos, y suspiró aliviado, ya faltaba poco y llegaba a tierra firme, ya faltaba poco para llegar a su país natal.

Y así fue, luego de horas de viaje llegó a su destino, bajando en Inglaterra, para luego cruzar en aquellos monstruos metálicos hacia el otro extremo, usando sus habilidades para ingresar gratis a otros lugares, frunciendo el ceño molesto por ello, si bien no recordaba lo que había vivido, bien sabía que en sus tiempos no era necesario pagar por ir de un lado a otro, y eso le desesperaba, más que muchos le miraban extrañados por la vestimenta que usaba.

Ya cuando caminaba por las calles de lo que él creía que era Londres, miró una tienda de ropa, los seres humanos habían cambiado bastante, y viendo su vestimenta suspiró, ingresó a aquella tienda, para luego salir con un traje acorde a esa época. Usaba unos pantalones de tela, una camisa y chaqueta del mismo color que su pantalón, siguiendo el camino, miró una peluquería, y mirando su larga cabellera castaña, sintió que a lo mejor, cortar su cabello le ayudaría a recordar.

Pasaron los minutos, y hipnotizando a la peluquera, lavó su larga cabellera, cortándola hasta sus hombros, y suspirando por ello, se coloca de pie, satisfecho por ello, besa la mejilla de esa humana, saliendo de aquel lugar, y como todos que hipnotizaba, volvían en si cuando él desaparecía.

Finalmente, llegó a un aeropuerto, aquellos humanos le señalaron que aquello era necesario para llegar a Italia, y entrando a aquel extraño edificio, siente su ansiedad volver, sin embargo, suspirando aguantando aquel miedo, se dirige a la recepción, se parecía a los hoteles, donde aquel señor le entregó lo necesario para viajar, usando sus habilidades para evitar complicaciones.

Finalmente, después de horas de vuelo, aquel vampiro jurando que no volvería a subir a aquella bestia infernal, se dirige a la salida del aeropuerto, y mirando con horror como la tierra había cambiado desde que desapareció, sintió su cuerpo estremecer, la sensación de que había perdido algo, había crecido desde que pisó aquel lugar, definitivamente, quizás llegar ahí, le haría recordar lo que había perdido.

-¿Necesita llegar a un lugar, joven?-, aquel vampiro sonrió a aquel hombre amable en aquel extraña maquinaria, en aquel vuelo supo que se trataba de autos y que habían sido creados para facilitar el transporte, y de ese modo, los caballos ya no eran el medio de transporte predilecto, y subiendo a aquel vehículo, responde

-Necesito llegar a Venecia... ¿Puede llevarme a ese lugar?-, aquel hombre sonrió, estaba feliz por poder ganar algún dinero extra, y emprendiendo el viaje, ve como aquel hombre se queda profundamente dormido.

Aquel conductor miraba extrañado a aquel hombre detrás de él, arqueó las cejas al ver como se retorcía en el asiento, murmuraba nombres en el sueño, como si su vida dependiese de ello, sintió remordimiento por llevarlo, pero realmente necesitaba el dinero, había perdido todo en unas apuestas, y si no saldaba la deuda, los recaudadores le decomisarían todas sus pertenencias.

Crónicas Guardianas: "La mujer bajo el cerezo" [Eldarya]Where stories live. Discover now