Capítulo 49: "Sentimientos guardados..."

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Miiko estaba en la sala de cristal viendo a ambos dragones frente a ella, suspiró viendo como ellos la miraban expectantes, realmente se sorprendía que en su cuartel hubiesen tantos, y temía que el resto de Eldarya supiesen de eso, y decidiesen intervenir, sin embargo, suspiró, realmente su sueño se había hecho realidad, los había conocido a ejemplares de dragones puros, y con eso no sabía que hacer.

-¿Quieren un hogar, trabajo y proteger?-, aquellos asintieron con felicidad, y Miiko recordando la guardia que recién se había conformado, añadió-En una semana se abrirán postulaciones a una guardia nueva, si quieren pueden hacer el test con Zayda para ver si realmente son aptos para ella... por mientras, pidan a Keroshane en la biblioteca una cabaña o habitación, según sea conveniente...

-¡A la orden!-, exclamó Derek con una sonrisa, saliendo de aquel lugar, coloca ambas manos sobre su cabeza, y viendo a Iseut salir de ahí, se pregunta-¿Dónde estará Amina? ¡Quiero ver algo bello!

Diciendo aquello desaparece hacia las puertas principales, y mientras Iseut recuerda a aquel vampiro que tanto quería conocer, ¿habrá despertado? Y de esa forma, se acerca a la enfermería, de algún modo se iba a enterar, ¿no?

Miiko vio como todos ellos se habían marchado, y cuando ella estaba dispuesta a hacerlo, ve como aquel byakko la esperaba a la salida con una bolsa de manzanas-"pero, ¿Qué está haciendo?"-, pensó Miiko con nerviosismo, viendo como él la seguía insistentemente

-Te traje tus manzanas... favo...

-¡Muchas gracias! Pero ¡no las quiero!-, refunfuñó ella, cerrando su puerta tras ella, y al hacerlo, se sintió fatal, ¿Tenía que comportarse como una estúpida con ese chico? ¿Por qué no podía ser amable? Pero es que su cara, su actitud... y golpeando su cabeza en la puerta, maldiciéndose, suspira abriendo la puerta, y para su sorpresa, ve que Jun ya no estaba, sin embargo, esa bolsa colgaba de la perilla de su puerta

-Creo que tendré que disculparme otro día...-, murmura ella sacando aquella bolsa con una sonrisa, y frunce el ceño dejando aquella en el cerro que hay en su escritorio, pero en serio, aquel chico tenía que dejar de mandarle manzanas, a este punto, ella ya no sabía que hacer con todas ellas, y anotando aquello en una carta, se agacha donde su familiar y exclama

-¿Puedes llevarle esto a Jun, Taro?-, aquella serpiente blanca con escamas doradas, atrapó con su cola dicho papel, y zigzageando, se dirigió donde aquel byakko...

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Mizuki estaba caminando por el sendero, miraba al rededor y deseaba ver a Leiftan, ¿estaría en la sala de cristal aún? Y sintiendo ganas de verle, camina hacia el cuartel, cuando ve a su hermano caminar hacia ella con el ceño fruncido

-¿Qué sucede?-, preguntó ella ladeando su cabeza confundida

-Leiftan tuvo un percance...-, al escuchar aquello, sintió su corazón palpitar con fuerza, si tan solo no lo hubiese dejado solo

-¿Dónde está?-, Yonuki retrocedió, desvió la mirada, y sintió un frío en su cuerpo-Yonuki...

-En su alcoba-, al responder aquello ve como ella corre hacia el interior del cuartel, y Yonuki volteándose, siente una extraña energía en el bosque... una esencia familiar, como aquella vez en el arrecife, y empuñando su mano, se dirige a la sala de cristal, tenía que avisarle a su hija, no debían permitir que las personas de bajo nivel, salgan al bosque...

Crónicas Guardianas: "La mujer bajo el cerezo" [Eldarya]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora