Capítulo 52: "El sol en un día gris"

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La noticia de la muerte de aquella nereida llegó al oído de todos, habían pasado ya varios días después de eso, Lance no salía de su alcoba, solo permitía a su madre entrar a darle alimento y agua, y Miiko no se atrevía a hablarle, puesto que no había cuerpo que enterrar, era la razón del porqué él no quería hacerle un funeral, si bien, aquello no era lo que ella quería, ¿Cómo esperaba ellos que hicieran una despedida con un cajón vacío? No, él no quería aquello.

-Querido, tienes que comer algo-, exclamaba June acariciando los cabellos de su amado hijo, vio como él suspiraba apenado, pero ya no le quedaban lágrimas que derramar, desde la ventana podía ver el bosque y en la lejanía el mar

-¿Por qué no me hizo caso, mamá?-, él murmuró en un susurro casi inaudible y ella bajando la mirada, recordando su pasado, responde

-Porque hacemos idioteces por amor... cuando esa mantícora nos atacó... Marid nos había advertido, pero hice caso omiso... ¿Quién nos atacaría?-, exclamó June acariciando el cabello, y mirando al horizonte-, después que él se fue, pasaron unas semanas y ese ser nos atacó, pensé que por tu padre al ser un cobrizo era inmune a su veneno, pero nos equivocamos... y por no escuchar a tu padre, pagamos un alto precio... querido, lo que te digo, es que no te culpes, fue su decisión...

Lance cerró los ojos, suspirando, alzando las mantas de su cama cubriendo su rostro con ella, y cuando su madre estaba a punto de salir, exclamó

-El enmascarado... ¿Cómo está?-, preguntó finalmente después de días sumido en su propio dolor

-¿Hablas de Marid? Está estable... una zana lo está cuidando en la enfermería... ha preguntado por ti... deberías levantarte e ir a verlo-, respondió June mirando a su hijo, y suspiró, ella se sorprendió cuando supo que aquel dragón que intentó ayudarles y falló, fue el mismo que intentó proteger a su hijo durante todos estos años.

-Madre...-, Lance se sentó en su cama, apoyándose en su respaldo, y mirándole directamente a los ojos, suspira-Quiero que me entrenes... como papá entrena a Valkyon... quiero que tu lo hagas...

-Está bien querido, pero aunque te encuentres débil, no tendré compasión-, y tras decir aquello, aquella dragona blanca sale de aquella habitación con una sonrisa, aquello le dio esperanzas de que su hijo estaría bien, en cambio, en la cabeza de aquel hombre solo había una cosa, volverse fuerte para así, poder vengar la muerte de su amada, para así volverla a ver aunque sea en el otro mundo...

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Emily había despertado en los brazos de Yonuki, aquello había sido una costumbre de cada día, que incluso Shinah le había recriminado aquello, sin embargo, ella sentía que debía proteger el alma de aquel kitsune, sentía que algo le aproblemaba, algo relacionado con lo que sucedió en el bosque, y mirando al rededor, ve como una gata negra la veía y se perdía en dirección a su cabaña.

¿Qué hacía Bestat aquí? Y mirando alrededor, se encamina hacia donde esa diosa se había perdido, estaba nerviosa, le tocaba a su padre venir a verla, y cuando finalmente entró, sintió una especie de recelo, al frente de ella estaba su padre, Bestat y Thot, todos en sus cuerpos humanoides.

-Querida, hemos venido a darte esto...-, era un manto lunar, ella miró confusa todo ello, pero Bestat o Charlotte como ella debía llamarle, se desvaneció en su figura de gato mirando a Jonsu de reojo

Crónicas Guardianas: "La mujer bajo el cerezo" [Eldarya]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora