Lo hizo o no lo hizo.

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Unos minutos mas tardes Jungkook regresó a recoger al resto de los prisioneros, Taehyung se fue con ellos, la comida aún estaba sin tocar.

Hoseok había intentando, pero no había sido capaz de borrar de su cabeza la imagen de la pequeña bola de metal brillante que tenía el castaño en la boca. El piercing y el tatuaje le hacían preguntarse que clase de persona 815 solía ser.

¿Tendría más tatuajes? ¿Más piercings? Si es así, ¿Dónde?

Negó ese pensamiento fuertemente con la cabeza, dispuesto a sacarlo de su mente, era demasiado inquietante y sabia que él no debería pensar de esa manera acerca de él. 

Espera ¿de esa manera? Él nunca había pensado en 815 de esa manera, en primer lugar.

Si, tenia un piercing en la lengua, y eso podría ser atractivo en él, pero eso no significaba que estaba pensando en Taehyung de forma extraña. Era más que curioso, pero esa palabra no parecía reducir nada.

Trato de convencerse a si mismo que podía pensar que el prisionero era hermoso sin dejar ir mas allá esos pensamientos.

Feliz con esa conclusión, regresó sus pensamientos al arte en el cuerpo del castaño. Si él tenia tatuajes eso quería decir que se los había hecho a muy temprana edad, antes de que la ley lo permitiera, y eso lo hacia preguntarse si él era la clase de adolescente rebelde fuera de control, y esa era la razón por lo que estaba aquí.

Sin embargo, no explicaba el miedo que todos le tenían. Tomó un profundo respiro antes de tocar la puerta donde se encontraba la cocina y la oficina del chef. La forma en que la mujer, Anne había interactuado con Taehyung le hizo entender que si hay personas que no le tenían miedo. Bueno, al menos no lo había demostrado. Tal vez podría obtener unas respuestas de ella, ya que Jungkook había demostrado ser un inútil.

- Entra - dijo una voz femenina que salía dentro de la cocina, tomó otro respiro antes de entrar.

Anne dio la vuelta en su silla, estaba haciendo unas cuentas en la calculadora.

- Oh, hola oficial.- Dijo sonando sorprendida dándose la vuelta completamente para quedar de frente a él.

- Hola, soy, ehh, soy Hoseok.

- Anne - dijo ella, sonriendo mientras le estrechaba la mano, aunque en su rostro aún se notaba un poco de confusión. - Algo en particular en lo que pueda ayudarte, Hoseok.

El pelinegro se sintió un poco incomodo, pero se obligó a superarlo, estaba aquí en una misión.

- Si, ehh, ¿me puedo sentar?- Hizo un gesto hacia una silla en la esquina y Anne asintió esperando pacientemente a que tomara asiento. 

- Si, ehh. Te vi hablando con ese...con ese prisionero.

- Ah.- Anne asintió metiéndose un mechón de cabello rizado detrás de oído. - Estas aquí por Taehyung.

- Si - respondió.

- Él. - Anne suspiró, no parecía enojada o molesta de que estuviera curioseando y metiendo la nariz donde no le importa. - Bien, ¿Qué quieres saber?

Hoseok parpadeo. Él no estaba preparado para que ella dijera eso, para que le permitiera indagar y preguntar. No podía pensar en que preguntar primero, había demasiadas cosas que quería saber. 

- Si, ¿Cuál es su situación?

- ¿Su situación?

- Lo que, ya sabes, le espera.

- Lo siento, pero no estoy en libertad de decirlo.

El oficial casi grita de frustración. 

- ¿No se puede decir?

815  «HopeV»Where stories live. Discover now