815 «HopeV»

El principio del final.

Hoseok no podía dejar solo a Taehyung con las tijeras por obvias razones de seguridad, así que él observaba con genuina fascinación como el castaño acomodaba dos de sus dedos sobre su cabello mojado previamente en la ducha. Se inclinó sobre el lavabo y cortó, su suave cabello cayó sobre la porcelana.

- Ya lo habías hecho antes. - Fue todo lo que pudo decir mientras miraba a Taehyung levantar mechones de su cabello y medirlo para después cortarlo, como si no hubiera hecho nada más en su vida que eso.

- Sí. - dijo Taehyung distraído. - ¿Nunca has estado en una peluquería en...? De seguro no. -

-Huh.

Continúo mirando al chico cortarse el cabello en silencio. Era excepcionalmente fascinante, algunas veces había pensado que Taehyung no podía hacerlo, por la razón que fuera. Supuso que aún tenía dificultades para imaginarlo en el mundo real, haciendo cosas que la gente ordinaria hace. Sólo imaginarlo sentado en un sofá viendo la televisión un sábado en la noche con palomitas sobre su regazo, hacía que le diera dolor de cabeza. Se habían conocido dentro de esas cuatro paredes, donde se habían unido y crecido como personas. Imaginarse al otro fuera de ellas no sólo era extraño, sino también un poco atemorizante. Se preguntaba a menudo que habría pensado de Taehyung si lo hubiera conocido en el mundo exterior, antes de que todo eso pasara. ¿Le hubiera gustado? ¿Le hubiera gustado a él? Las posibles respuestas a esas preguntas eran las que lo ponían un poco nervioso.

Taehyung lo miró a través del espejo. - ¿Qué pasa?- preguntó. - De repente estas en las nubes.

Parpadeó dándose cuenta que había estado perdido en el espacio un par de minutos.

- Lo siento, es sólo... Todo.

Las esquinas de los labios de Taehyung se contrajeron en una pequeña y triste sonrisa que desapareció tan rápido como apareció.

- Sí. - Regresó su atención a sí mismo en el espejo y cortó otro mechón de cabello. - Todo. - Repitió.

Sólo se escuchaba el sonido metálico de las tijeras, mientras el silencio los cubría de nuevo, permitía a sus ojos pasearse sobre el cuerpo de Taehyung, sobre sus manos deslizándose sobre su propio cabello, luego sobre su espalda y su delgada cintura. Una profunda necesidad de estar cerca de él, de tocarlo, se encendió dentro de él y su repentino deseo debió aparecer en sus ojos ya que Taehyung lo estaba mirando a través del espejo.

- Me estas mirando. - Las comisuras de sus labios comenzaron a temblar, trataba de verse imperturbable.

- Lo siento. - Dijo, pero no apartó la mirada. En su lugar caminó hacia él hasta que sus cuerpos casi se tocaron. Hundió sus dedos dentro del cabello mojado de Taehyung, sonriendo mientras suprimió un escalofrió pero continuó cortando su cabello como si él no estuviera allí.

Pasó su mano de arriba abajo sobre la espalda del castaño varias veces, disfrutando al ver como sus manos temblaban al tratar de seguir cortando su cabello. Más que nada disfrutaba las reacciones que tenía por más pequeñas que fueran. No era un idiota, sabía que Taehyung aún no lo había perdonado por haberlo dejado, pero mantenía la esperanza después de haber conseguido el juicio.

- ¿Estás listo para tu sesión con Anne?- preguntó mientras su nariz cepillaba el cabello húmedo de Taehyung y posaba sus manos sobre su cintura, la punta de sus dedos tocaban la piel justo arriba de sus pantalones.

A pesar de que él mismo había dicho que quería esperar hasta que el juicio terminara para volver a dormir juntos, no podía desaparecer sus impulsos. Era sólo un hombre después de todo y habían pasado varias semanas. Sólo necesitaba tocarlo, no tenían que hacer nada más.