Sentencia definitiva.

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Jungkook había estado enviándole miradas enojadas todo el día, Hoseok lo había ignorado. No tenía ganas de tratar con él, pero aun así no podía dejar de pensar en lo que el rubio le había dicho, porque, después de todo, el pelinegro se había preguntado lo mismo. 

¿Sabía Taehyung en realidad lo que estaba haciendo? ¿En realidad estaba jugando al títere y al maestro, y sabía todo lo que él haría? Era un pensamiento aterrador, pero no se lo tragó por completo. Sabía con certeza que 815 no había esperado que supiera lo del medicamento del asma, y después de todo, eso demostraba que no tenía control sobre todo. 

Aún podía pasar alrededor de él, desapercibido; aún lo podía tomar con la guardia baja. Jungkook debía haber sido muy crédulo para dejar que jugara con él, para dejarlo ir tan lejos, como él había supuesto.

Se preguntó como había sucedido, se preguntaba como el prisionero había seducido al rubio ¿Habrá utilizado los mismos turcos con Jungkook que los que estaba utilizando con él? ¿Cómo se dio algo con el rubio? ¿Por cuánto tiempo había resistido?

Tal vez esa era la única razón por la que el rubio parecía aterrado de prisionero.

Tal vez, Taehyung era un recordatorio de sus pecados, y no podía soportarlo, así que mantuvo la distancia. Incluso si entendiera por qué le había advertido del prisionero, no creía que dejarlo solo sería lo mejor. Él parecía querer compañía, y Hoseok era una sociable mariposa; le gustaba hacer feliz a la gente. 

Ahora, definitivamente el castaño era como una misión, no sólo con respecto a sus crímenes. El oficial tenía la misión de hacer sonreír a Taehyung.


***

Por suerte, Hyun ya se había ido para cuando llego a su departamento, dejando una nota en la cocina para anunciar su salida.

Vagó sin darse cuenta alrededor de su departamento, pensando en Taehyung y Jungkook. No había sido capaz de retirar de su mente a ninguno de los dos, desde que el rubio lo confrontó en el baño esta mañana. 

Esperaba que no se lo dijera a ella, a su jefa. Podría, porque parecía pensar que el preso era una persona extremadamente peligrosa y quería que se mantuviera alejado de él. No sabía lo que haría si fuera suspendido o despedido. Él quería seguir visitando al castaño, si se lo permitían.

No sabía que pensar de la teoría de Jungkook, de que Taehyung lo sabía todo; eso le molestaba enormemente. Nadie puede saberlo todo. 815 no tenía forma de saber cómo reaccionaría a las cosas que él hiciera. Que el preso se estaba burlando de él era evidente y él podía, hasta cierto punto, entender que necesitaba hacerlo; no tenía mucho que hacer en esa pequeña celda todo el día y tenía que crear su propio entretenimiento.

Se sentó en el sofá, dando un profundo respiro y rascándose la cabeza. Se preguntó, si debería preocuparse por estar defendiendo tanto a Taehyung.


***

La próxima vez que había visto al prisionero, había estado actuando... extraño. No podía asegurarlo, pero había algo extraño en él. Había algo en sus ojos que era diferente y hacía un gesto constante con la frente, como si estuviera absorto en sus pensamientos.

Lo miró intensamente desde su lugar en la cafetería. Taehyung estaba sentado en su mesa de siempre, alejado de los demás. Estaba comiendo, aunque no mucho, pero eso ya era algo.

De vez en cuando al comer, la mano derecha del castaño, la que sostenía el tenedor, empezaba a temblar y tenía que soltarlo. Vio como apoyaba la frente en sus nudillos, con los codos apoyados en la mesa de madera.

815  «HopeV»Where stories live. Discover now