Capítulo 3

1K 93 8
                                    

***(Capítulo editado)

Me encontraba afuera sin saber donde ir. Tenía dinero que conseguí trabajando, ya que obviamente no me iban a dejar marchar sin dinero. Técnicamente hace un año, justo dos días después de que me trasladaran aquí, me hicieron buscar trabajo para cuando llegara este día. Trabajaba en un restaurante cerca del orfanato y tenía a un supervisor que veía lo que hacía y me ayudaba en ciertas cosas. Porque claramente yo no nací sabiendo cocinar, aunque siempre creí y creo que solo estaba para asegurarse de que no me escapaba.

Comencé a caminar sin rumbo alguno y mientras hablaba con Sandra por el móvil me crucé con un parque lleno de gente, cosa que no me gustaba nada. Me senté en un banco que encontré por allí y comencé a observar a todas las personas. Había entre niños pequeños jugando, adolescentes besándose, ancianos sentados dando comida a las palomas y un payaso.

Espera... ¿Un payaso? Abortar misión , abortar misión.- Una vocecita gritó en mi interior.

Controlada por los nervios me levanté decidida en escapar de allí. Pero cuando alcé mi vista después de guardar el móvil en mi bolsillo, ese ser del mal estaba enfrente mía.

-Hi, are you lost?- Dijo mientras hacía un globo en forma de perrito.

Me preguntó si me había perdido ¿no?

-Clowns not like.- Dije tartamudeando y respirando agitadamente.

Supuestamente eso significaba "payasos no gustar". Sandra me lo había enseñado luego de contarle lo sucedido.

-Ahh okay. Bye- me dijo con cierta confusión. Suspiré por el alivio.

No noté que estaba sudando, temblando mejor dicho.
Aún recuerdo el día en que comencé a odiar a los payasos.

-Are you okay? -Vaya suerte la mía, volví a la realidad. Sacudí mi cabeza y miré a quien tenía delante. Era un chico bastante atractivo. Era alto con pelo color azabache y varios lunares por la cara y cuello. Su mandíbula era muy marcada y sus ojos eran de un color entre azul y verde que te hipnotizaban al instante. También me fijé en una marca que tenía en el cuello, me sonaba de algo...

No me había dado cuenta de que le estaba mirando fijamente.

Bien Lia, que buenas impresiones das.

-Yes. -Dije rápidamente mirando en otra dirección que no fuera su preciosa cara.

-I saw you very concentrated. I know you do not know me at all but, what were you thinking?

No tenía ni remota idea de lo que acababa de decir pero le iba a hablar en español para probar suerte.

-Disculpa, no se hablar muy bien el inglés. -Crucé mis dedos para que me entendiera.

El chico hizo una mueca y luego sonrió.

Joder, que sonrisa tan perfecta.

-Gracias a Dios que hablas español. Que complicado es hablar inglés y más si eres italiano. -Se apoyó en la pared e imitó una postura relajada. Ahora era diez veces más atractivo que antes.

-Mi piacciono gli spaghetti - dije con una sonrisa "coqueta" apoyándome yo también en la pared. ¿Por qué ahora me ponía nerviosa delante de un chico?

Será porque los del orfanato los conocías. Digo.

-¿Eres italiana? -Preguntó sorprendido.

-Si, nací en Italia. -Solté un risa que si fuera yo el chico, me iría corriendo.

-¿Y dónde están tus padres? Pareces perdida. -¿Por qué todos creen que estoy perdida?

Será porque lo estas ¿no? -Dijo de nuevo alguien en mi mente.

-No tengo padres. -Solté sin más. No quería mostrarme débil.

-Perdón no quise decir eso. En serio que lo.... - le interrumpí, sus mejillas estaban teñidas de rojo.

-No tienes porque preocuparte, no pasa nada. -Intenté tranquilizarlo. -Y por lo de que parezco perdida, es porque acabo de salir del orfanato. Hoy cumplo 18 años. -Dije indiferente.

-Feliz cumpleaños, supongo. -Se rascó la nuca. Estaba incómodo, se notaba a simple vista.

-Gracias. - Sonreí.

Ahora me di cuenta de la gran tontería que acababa de cometer. Estaba hablando con un chico sin saber ni siquiera su nombre.

-Bueno... ¿Cómo te llamas? -Pregunté jugando con mis dedos. Lo hacía siempre cuando estaba nerviosa. Él soltó una risa tranquila.

-Carlo. ¿Y tu? -Extendió su mano y yo diciendo mi nombre se la estreché.

-Un gusto conocerte. -Dijo mirándome de una manera que no pude identificar.

-Lo mismo digo. -contesté.

-Carlo vieni e spingimi- dijo una niña muy mona desde los columpios.

-Sto andando - Contestó él a la niña. Luego me miró a mi- Bueno me tengo que ir, me llama mi hermana. -Me tendió un papelito, me sonrió y se fue corriendo hacia ella.

Cuando lo abrí había unos números escritos.

Ese chico me acababa de dar su numero.

-Toma. -Susurré.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Pasaron 4 horas exactas desde esa situación cliché del parque.

Ya era de noche y la calle estaba vacía.

Lo primero que pasó por mi cabeza fue un ¿Y si ahora mismo aparece un payaso?. Pero de inmediato descarté esa pregunta tan estúpida. No quería que me diese un patatús aquí mismo.

Comencé a caminar por las calles vacías y oscuras. Tenía un mal presentimiento, de pronto vi a lo lejos a 3 hombres vestidos de negro corriendo hacia mi. Por instinto corrí en dirección contraria. No miraba atrás. no por miedo de lo que me pudiera pasar, sino por miedo de lo que pudiera ver.

Seguía corriendo y seguía escuchando los pasos apresurados detrás de mi. Mi corazón ardía por el cansancio.

Me metí en un callejón sin salida.

¿Por qué me pasan estas cosas?

Antes de girarme para coger otro camino sentí una mano fría en mi hombro. Y lo último que vi antes de desmayarme fueron unos ojos azules.




~sotryreal~


Mi Nombre Es Lia [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora