Capítulo 4

1K 89 6
                                    

***(Capítulo editado)

Me desperté en una habitación con paredes blancas y rosas. 

¿Dónde estaba? 

Miré mi alrededor y solo pude observar unas estanterías y una mini nevera antes de que la puerta se abriera.

Me senté de inmediato y esperé a que alguien entrara.

Después de unos segundos (muy largos por cierto) aparecieron 3 chicos.

Y vaya chicos.

El chico del gorro navideño (Que yo sepa, aún quedaba para navidad) se acercó unos centímetros más que los demás chicos. Desde la cama podía ver su pelo castaño saliendo por los bordes de su gorro, eso lo hacía más atractivo de lo que era ya. Era alto y con una mandíbula bien marcada, sus ojos eran marrones que brillaban al tener contacto directo con la luz y su nariz era perfecta. PERFECTA. También me llamó la atención su ropa, el pobre chico no tenia buenos gustos. 

-Que delicada.- Una voz resonó en mi cabeza.

-Yo estoy aquí secuestrada, así que no me hables de delicadeza.- Contesté siendo aún así un poco inútil ya que igualmente estaba hablando conmigo misma.

-Hi, we won't hurt you. You're safe here, don't be afraid- me dijo con un tono de voz muy bajo, que si no fuera por el silencio que había en la habitación no lo habría escuchado.

Bueno, escuchar he escuchado. Entender ya no. 

Por un momento pude escuchar la voz de Sandra regañándome por no entender esta frase tan "simple".

Los tres chicos, el del gorro y los otros dos, el rubio y el pelirrojo estaban esperando mi respuesta. La cual no iba a llegar.

Hice lo mejor que se me daba, hacer mi típica cara de no entender nada.

El pelirrojo avanzó pero no dijo nada, tenía la misma cara que hacía yo cuando no quería hablar con nadie, la misma que hacía cuando me caía mal alguien.

El rubio imitó su acción y al ya estar ya quieto habló.

-Ey, you speak English?- Me fijé en sus expresiones, estaba esperando a que dijera que sí. Iba a contestar pero pensándolo bien, mejor no decir nada ya que si dijera que sí me iban a hablar en inglés y era lo último que quería ahora, y si dijera que no dirían que era una mentirosa ya que había contestado la pregunta...

Ajá

Yo me entiendo, ok?

Al no contestar suspiraron a la vez. Luego el pelirrojo abrió la boca por primera vez en todo este tiempo.

-Está asustada, no va a hablar. Mejor regresamos después.- Los chicos asintieron e hicieron el ademán de irse. 

HABLAN ESPAÑOL! Guay. No iba a hablar igualmente.

-Imbécil.- Solté sin pensarlo, yo no estaba asustada. ¿Yo asustada? Nunca.

No iba a hablar, no estaba asustada decía.

Los chicos se giraron al instante y a la vez entró otro. 

Vale, ¿estos chicos de dónde salieron? Esa belleza no era normal, me bajaban la autoestima 5 metros bajo tierra. El chico que entró era guapísimo pero la cara de amargado no se lo quitaba nadie.

Espera... esos ojos azules los había visto antes.

-Tú - lo señalé- tú fuiste el que me secuestró.- Estaba segura que era él y no sabía porque.

-Sí - dijo con indiferencia- Fui yo.

Mi cara era exactamente igual que del hombre del cuadro The Anguished Man.

El chico me dio una sonrisa arrogante y miró al pelirrojo.

-¿Os vais a presentar o que?- Soltó bordemente.

Vi como el del gorro le dio una mirada reprobatoria. Mi instinto me decía que era el mayor de todos ellos.

- Me llamo Dylan -Se presentó el pelirrojo.
-Yo Christian -dijo el del gorro.
-Yo Nathan- dijo el rubio con una sonrisa.... ¿Coqueta?

Dylan, Christian y Nathan.... Bonitos nombres.

Okey ya.

Los tres chicos se giraron hacia el de ojos azules.

Él rodó los ojos

-Jack - Dijo secamente.

La verdad es que ahora mismo saber sus nombres no me iba a servir de mucho. 

Reflexionando todo lo que me había pasado hoy, ayer o hace una semana quien sabe, hay que ser desgraciado. Hay personas desgraciadas y luego iba yo.

¿Qué has ganado haciendo esta reflexión?

Nada.

Volviendo a la realidad, los chicos me miraban fijamente.

-Me quiero ir. -Dije inútilmente.

-No.- Respondió Jack metiendo sus manos por los bolsillos traseros de su pantalón.

-¿Me vais a dejar ir?- Solté de nuevo apretando los dientes, esta vez sin mirar a Jack, esperando a que no me respondiera él.

Lo que me estaba pasando era surrealista, ¿quién hablaba tan tranquilo (no estoy tranquila pero tampoco estoy temblando del miedo, ya que no intimidan mucho estos chicos) con sus secuestradores?

-Nena, eso es muy poco probable que suceda. Dúchate, después te explicaremos todo- dijo Nathan y como imaginaba, con una sonrisa coqueta.

¿Me acaba de decir NENA?? 

Si.

¿PERO QUIÉN SE CREE ESTE?

Insistí en que me dejaran ir, pero solo me gané varias miradas de odio de Jack, indiferencia hacia Dylan y una mirada de pena de Nathan, Cristian pasó de mí olímpicamente y solo se limitó a hacerme el tour de la habitación.

Me mostró el armario donde había toda la ropa que podría utilizar Valeri Mazza perfectamente. Parecía que todo estaba preparado desde hace tiempo. 

Me fijé en una sudadera preciosa...

No es el momento.

-Y esto es todo, haz todo lo que necesites hacer y baja al salón, te esperaremos allí.

Y si...

-No intentes nada, será inútil.- Dijo Dylan como si me hubiera leído la mente.

Luego de eso se fueron uno tras otro pero Nathan se quedó quieto observándome. Fue muy incómodo porque no pude interpretar su mirada. 

-NATHAN. -Gritó alguien haciendo que el mencionado sacudiera su cabeza y me guiñara un ojo. Luego salió corriendo cerrando la puerta. Me sobresalté por su repentina acción.

Comencé a caminar alrededor de toda la habitación nerviosa. Ahora que no estaban los chicos podía mostrar mi lado inseguro. La idea de no poder salir de aquí me hacía sentir un escalofrío por todo el cuerpo . ¿Cómo llegué a ser una desgraciada a un fracaso para la sociedad?

Pero yo no tenía la culpa, no?

Puede.

Uff cállate.

Me cogí de los pelos frustrada.

-Mierda.- Susurré



~sotryreal~

Mi Nombre Es Lia [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora