Capítulo 6

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***(Capítulo editado)

-Muy gracioso y eso, debo felicitaros.- Di un aplauso y retrocedí un paso.- A parecido muy real. Bueno, ahora en serio, ¿qué queréis de mí?

-Nena es real, siéntate y te lo vamos a explicar mejor -dijo Nathan levantándose y dando un paso hacia adelante, yo retrocedí.

-No. Vosotros no me vais a explicar nada, abridme la puerta.- Vi que nadie no hacía nada, entonces insistí.- Ahora.

Me sobresalté por el ruido seco que emitió Jack al dar con la mano en la mesa.

-Santa mierda Lia, ¿quieres dejar de hacer el imbécil? No hagas esto tan difícil.- Gritó Jack. Lo miré sin saber que decir. No debí enfadarlo, ¿y si me hacía algo...?

Le pegas unos de esos puñetazos de los que tanto hablas y solucionado.

No sabía qué hacer, no podía abrir más los ojos cuando vi como los suyos, de un azul precioso pasaron a un rojo intenso. Alex, alarmado, le cogió del brazo y le susurró que se tranquilizara. Luego se colocó mejor en su asiento y sus ojos volvieron a ser normales. ¿Pero qué...?

-¿Qué? Pero... tus...¿cómo?...- Empecé a decir sin sentido. ¿Cómo tenía que reaccionar a eso?.- ¿Qué coño te pasa?

-Eso me pregunto yo a ti.- Respondió rodando los ojos.

-Nena como ya te dije anteriormente y cuyas palabras te pasaste por el culo repito ahora. Siéntate y te lo explicamos mejor.

-No me llames nena.- Le miré entrecerrando los ojos y me senté donde me había sentado al principio.

-Vale.... nena.

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Al sentarme, Christian procedió a explicarme un poco lo que estaba sucediendo. Un poco porque seguía sin entender ciertas cosas, un ejemplo sería: ¿cómo sabian que tenia dichos poderes si ni siquiera sabían de mi existencia? Y la verdad es que no estaba segura si creelos aún.

-O sea, en resumen.- Junte mis manos y apoyé mis codos en mis rodillas para colocar mi cabeza entre las manos.- Alex controla cosas sin tocarlas.

-Telequinesis.- Corrigió él.

- Sí, sí como sea.- Le resté importancia.- Nathan tiene como super fuerza y rapidez...¿Verdad?

-Sí, nena..- Enseñó sus músculos egocéntricamente. Otra vez llamándome así, ¿cuántas veces debo decirle qué pare?

A mi me gustan egocéntricos...

Ignoré ese comentario que había hecho mi propio subconsciente.

-No me vuelvas a llamar nena si no quieres que te arranque las pelotas.- Intenté sonar lo más intimidante que pude pero todos sabemos que eso era imposible.

Confirmo.

-Depende de como me las arranques. -dijo bajando y subiendo las cejas.

-Nathan, ¿quieres dejarla tranquila?- Christian le miró con una pizca de molestia. Le agradecí con la mirada y le sonreí a Nathan cosa que hizo que él bufara y me sacara el dedo del medio. Christian realmente parecía un padre.

Los demás chicos no dijeron nada, solo mantenían sus sonrisas divertidas, todos menos Jack.

- Como decía.- Retomé la conversación que teníamos antes de esta pequeña discusión tonta.- Christian controla los 4 elementos.

-Agua, fuego...- Comenzó a nombrar Alex.

-Sí, sí. Sé cuales son.- Le interrumpí haciendo que se avergonzara. Jack murmuró quién sabe que. - Dylan controla y lee mentes.- El mencionado me dio una pequeña sonrisa.- Y Jack...

Mi Nombre Es Lia [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora