Mi Nombre Es Lia [En Edición]

Capítulo 8

***(Capítulo editado)

Después de que Alex me dijera que mañana iba a ser mi primer día en la academia, acabé de comer, subí a mi habitación y me tumbé boca abajo en la cama. Mientras pensaba en como me iría en ese lugar tan diferente a lo que yo estaba acostumbrada, me dormí.

Estaba en una habitación blanca con el techo rosa, cuando todo eso se convirtió en un gran edificio lleno de estudiantes.

Miraba con asombro mi alrededor pero una voz femenina me llamó la atención.

-¡Hey!- Corrió hacia mi y al ya estar cerca de mí me dijo: Eres nueva, ¿verdad?

Su cabello violeta y sus ojos verdosos me dejaron sin palabras. Nunca había visto a una persona con esos ojos tan...

-Oye, ¿me escuchas?

-¿Eh? Sí, sí perdón.- Luego de que le contestara ella abrió los ojos con temor y se agachó.

-¡Cuidado!- Todo se convirtió en la misma habitación de antes.

Me desperté de golpe y me pasé una mano por la frente. Estaba sudando.

¿Qué clase de sueños eran estos?

Se llaman pesadillas. P-e-s-a-d-i-l-l-a-s.

Me levanté y entré a ducharme con agua fría. Cuando salí, me vestí con un conjunto simple y me comencé a peinar.

Alguien tocó la puerta bruscamente.

-¡Ya salgo!

Acabé de peinarme y salí de la habitación. Allí estaba Jack apoyado a la pared con los brazos cruzados y con el aburrimiento plasmado en su cara.

-Desayuna rápido que vamos a llegar tarde por tu culpa. Tu mochila está en la puerta, póntela.-Dijo al ver que salía. Se iba a marchar pero se detuvo.- Por cierto hay dos coches, los otros se dañaron. Así que decídete en que coche irás.

-Yo... eh...

Se fue sin escuchar mi respuesta.

Un "yo...eh..." no es una respuesta muy convincente.

Bajé detrás de él y me dirigí a la cocina. Me comí los últimos cereales que quedaban y luego me fui a recoger mi mochila. Me encantaba, prácticamente porque era negra.

Salí y como dijo Jack, había dos coches. En uno estaba Nathan cantando como un loco y en el otro Dylan, Jack, Christian y Alex.

¿Decidir en qué coche ir? ¿En serio? Sin pensarlo iba a ir con Nathan, no quería morir asfixiada.

-Buenos días - Le saludé mientras entraba en su coche.

-Con que en mi coche eh.

-No te sientas importante, solamente no quería morir por necesidad de oxígeno.

Los otros arrancaron y se fueron, Nathan hizo lo mismo poniéndose el cinturón. Conducía sin ninguna prisa, cosa que me confundió.

-Oye, ¿no llegamos tarde?- Pregunté mirándole los brazos que se tensaban al agarrar el volante.

-Que va.

Otra razón para odiar a Jack, apuntado a la lista.

-¿Puedo...?

-Haz lo que quieras.

Sonreí y encendí la radio.

Sonó una canción muy buena, aunque no la conocía. Nathan, por otra parte comenzó a cantar.