Mi Nombre Es Lia [En Edición]

Capítulo 14

(Capítulo nuevo) Aviso- Capítulo dramático xd. He sufrido un poco escribiendo este capítulo porque a mi no me va el drama. Pero tenía que hacerlo así, porque Lia es Lia.

Ahora si, lean.

---

Salí de la clase y también de la academia. El viento hizo que mi pelo volara hacia atrás y de paso llevándose consigo las pocas lágrimas que se me habían caído de los ojos, paseando por mis rojizas mejillas. Miré por todo el alrededor y no había nadie. Claro, todos estaban en clase. ¿Debía volver? ¿Y si solo era un fallo técnico o algo por el estilo? ¿Estaba dramatizando las cosas otra vez?

No, no creo. Si fuera así el profesor habría avisado, pero su cara de espanto no ayudó en mucho. Lo que aún no sabía era si estaba dramatizando o no. Escuché pasos detrás de mí, así que me dispuse a bajar los pocos escalones y corrí hacia el pequeño bosque que había detrás de la academia. Ahora mismo no me importaba si me perdía, suena estúpido que lo diga , cuando había congeniado tan bien con los chicos, pero eso no quitaba el hecho de que seguía sin entender nada. ¿Los chicos tenían poderes? Sí. ¿Yo los tengo? De momento no, y según la estúpida estrellita había sido un error. ¿Acaso eso significaba que no tenía esas habilidades? Porque si fuera eso, mi conciencia estaría más tranquila y dejaría de pensar en cada momento si lo que decían de mi era real o era otra mentira.

Cuando dejé de escuchar cualquier sonido que significase que alguien estaba cerca, me senté debajo de un árbol, uno que me parecía muy hermoso.

Puse en orden mis pensamientos y todo lo que sentía ahora mismo, ya que todos mis sentimientos estaban hechos un remolino dentro de mí que no me hacían actuar de forma coherente. ¿Había dramatizado las cosas demasiado? ¡No lo sabía! Pero la imagen de todo el mundo apartándose de mi, ¡hasta el profesor! seguía produciéndose en mi cabeza continuamente.

¿Por qué habían aparecido ese día mágicamente cinco chicos superatractivos que por casualidad, el mismo día que salía del orfanato?

-Tienen poderes, recuérdalo.

-¡No! ¡Esto es más que eso!- Había soltado en voz alta sin querer, levantándome y pateando el árbol- ¡¿Por qué no puedo vivir una vida normal?!- Mi garganta escocía del esfuerzo que ejercía cada vez que soltaba cada palabra gritando.- ¿Por qué no puedo vivir con una familia?- Susurré. Seguía sin olvidar los sollozos de los niños pequeños cuando su familia los abandonaba en el orfanato. ¿Y si yo había sido uno de esos niños....?

Sollozo.

Giré mi cabeza inmediatamente al escuchar ese sonido tan triste.

-Está sollozando, no va a ser un sonido feliz.

-Cállate, Alice.

-¡¿Por qué siempre me mandas a callar?!

-Porque eres muy pesada.

-Vale, seré muy pesada. Pero tú ahora te levantas y buscas de donde viene ese ruido.

Me habían acogido tan bien y me habían tratado como si me conocieran de toda la vida, que se me hacía muy difícil creer. Jack era el que más me confundía por su comportamiento, aunque eso no me importaba tanto como me importaba la razón de esas acciones.

Me quité esas lágrimas que representaban a la otra Lia que no quería mostrar. Llorar no es ser débil, pero la sociedad aún no le había quedado claro.

-La Lia que estás mostrando ahora es la verdadera Lia. Igual que la Lia borde, la Lia pesada, la preguntona, la dramática, la paranoica, la asocial, la empollona... Todas esas partes de ti que tanto te da miedo mostrar, son las que crean tu ser. Así que no me vengas con eso que es un argumento muy estúpido para dejar de llorar. Y si tú quieres dejar de llorar, que sea porque tu quieras, no porque la gente piense que eres débil. Pero una cosa te voy a decir, estar aquí lamentando tu existencia no ayudará en nada si no quieres averiguar nada sobre ella. Así que o levantas ese culo o lo levanto yo.