oh, daddy! ❀ jikook.

taegi.

TaeHyung estaba pegado en su móvil. Pequeñas risas salían de entre sus labios mientras miraba aquella brillante pantalla.

A YoonGi no le gustaba eso. Le hacía pensar cosas que seguro no eran y le hacía molestar. Gruñó y se acercó al menor, arrebatándole el teléfono móvil para después esconderlo en su bolsillo trasero.

"—¿Qué te pasa?", preguntó el menor de ambos con el ceño levemente fruncido. Le molestaba que le arrebataran las cosas de las manos.

"—Pasa que me tienes aquí y no me prestas atención, mocoso", el mayor se cruzó de brazos, fingiendo molestia. "—Además, respétame que soy mayor", un golpe fue lo que recibió TaeHyung después de aquel reclamo.

Kim hizo un pequeño puchero y decidió abrazar a su novio.

"—Mi gatito quiere a atención, ¿mnh?", el más alto alzó ambas cejas y Min intentó huir de ahí.

"—¡Dios! No te me acerques", mencionó y se fue corriendo hacia su habitación.

Cuando TaeHyung comenzaba con aquellas cosas nada terminaba bien.

"—Venga, gatito. Vamos a jugar".

La puerta de aquel cuarto estaba cerrada con seguro. El menor bufó y escuchó cómo el mayor se burlaba de aquello.

YoonGi no abriría la puerta y si lo hacía sería sólo para golpear al estúpido mocoso que tenía por novio que se atrevía a mencionar un montón de vulgaridades que simplemente ofendían a su ego.

Si él quería podría partirle en dos, pero era considerado y dejaba que TaeHyung se lo rompiera a él.

Tras varios minutos de haber escuchado un silencio profundo decidió abrir la puerta creyendo que el contrario ya no estaba ahí.

Uh, vaya que estaba equivocado.

Abrió la puerta con cuidado, pero más tardó en dar un paso hacia enfrente que lo que tardó en estar encima del colchón con un peso extra sobre él.

"—Quítate, Kim, salte de encima", el mayor se retorcía y golpeaba el pecho del contrario.

"—Oh, no, no. No sin antes conseguir lo que quiero", sonrió lascivo y sostuvo los brazos de su novio encima de su cabeza.

"—¿De qué hablas? Ándate o te juro que voy a ahorcarte hasta que dejes de respirar", murmuró entre gruñidos y continuó meneándose para poder ser liberado.

"—Tsk, Hyung malo. Solo quería un beso'', y sus labios crearon un puchero del cual el mayor no pudo resistirse y se lanzó a besar aquellos esponjosos labios.

"—Esto no te salva de la paliza que te voya dar".