mnh.

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"—Hyung", le llamó antes de bajar del auto. "—Yo también quiero complacerlo", susurró, mirando hacia abajo.

JiMin rió con dulzura.

"—¿Estás dispuesto a hacer lo que sea?", le preguntó, mirando toda su anatomía. "—De acuerdo, ve con tu madre y dile que hoy vas a dormir a mi casa", mencionó tras verle asentir.

JungKook le miró confundido, pero asintió sin cuestionar, comenzando a bajar del auto.

"—JungKook, espera", le gritó, logrando que el menor volviera a verle. "—También trae algún atuendo similar al de aquella noche." sugirió con una sonrisa en labios y guiñándole un ojo.

JungKook se sonrojó, ya tenía una idea de lo que pasaría esa noche.

[...]

"—Siempre cumplimos tus fantasías, bebé. ¿No crees que hoy le toca a Daddy cumplir una de las suyas?", susurró contra sus labios. Desde el momento que entraron al departamento de JiMin no habían hecho más que besarse furiosamente.

"—¿Qué es lo que Daddy desea?", pregunta con curiosidad. Acariciaba el dorso del mayor y mordía sus labios hinchados de vez en cuando.

"—Voy a follarte duro, demasiado. En la cocina", se mordió el labio al imaginarlo. "—Así que ahora vete a vestir para Daddy, ¿sí? Te voy a estar esperando", besó su frente y vio cómo después el menor huía hacia el baño.

Esa noche la iban a pasar bien, demasiado bien.

Minutos más tarde, el menor volvió, encontrándose a un JiMin algo aburrido mirando hacia la nada, sentado en uno de las sillas de la mesa.

Carraspeó, llamando la atención de Park.

Podía jurar que el mayor estaba babeando en ese momento.

Caminó hacia él lentamente, sonriendo lascivo y admirando fijamente al mayor.

"—Realmente es molesto que no te apresures, ¿quieres que te castigue por eso?", el menor negó con la cabeza. "—Entonces, venga", palmeó sus piernas, invitándole a sentarse ahí.

Jeon obedeció, se sentó en sus piernas y comenzó a balancear sus caderas con lentitud, soltando pequeños y apenas audibles jadeos.

"—Te ves jodidamente bien", gruñó, acariciando las piernas descubiertas de su novio. "—Me encantas mucho, mi amor", besó su cuello ruidosamente.

Llevó sus manos hasta la cintura del menor, haciendo movimientos más rápidos y placenteros, robando algunos gemiditos de parte de Jeon, aquellos eran acallados por sus labios.

"—Fuera, ahora", ordenó, y sin rechistar JungKook obedeció. Se colocó de pie y el mayor imitó su acción.

Park lo volteó, pegándolo contra la barra de la cocina. Se colocó tras él y comenzó a simular suaves embestidas.

"—Vamos a hacer un trato", JiMin mordió su labio y Jeon sólo se dispuso a escuchar. "—Debes ser muy ruidoso hoy, bebé. Sino tendré que castigarte. Obedece".

JungKook se sorprendió pero no preguntó.

Las manos del contrario viajaban por sus piernas, subiendo de a poco la falda rosada que realmente en ese momento estorbaba, pero JiMin parecía no pensar igual.

Acarició sus muslos, mientras besaba su cuello con deseo.

"—Vamos a empezar. Lame", puso sus dedos lo más cerca de los labios contrarios y JungKook se encargó de lamerlos lo más eroticamente posible.

Una vez sus dedos estuvieron mojados con la saliva del menor, adentró uno en la entrada del chico. Jugueteando y robándose pequeños suspiros que acababan de a poco con su paciencia.

Adentró el segundo, haciendo movimientos de tijera, entrando y saliendo rápidamente y haciendo gemir levemente al contrario, no aguantaría un segundo más sin estar dentro de él.

Sacó sus dedos y alineó su miembro para comenzar a entrar lentamente. Cuando estuvo dentro se detuvo unos segundos para que el contrario se acostumbrara, y una vez lo hizo comenzó a moverse velozmente, acariciando los muslos ajenos.

"—Ah, Daddy~", gimió JungKook, quien estaba apoyado en aquella mesa.

JiMin estaba siendo más rudo de lo normal, golpeaba cada vez su cuerpo con más fuerza que la vez anterior y gruñía tan eróticamente en su oído.

Joder.

Park llevó una de sus manos hasta el cabello ajeno y lo jaló sin cuidado, sacándole un quejido a su amante.

"—¿Qué pasa, princesa", rió, entrando profundamente en él. "—¿Te encanta que te joda, cierto? Amas que esté rompiéndote en éste jodido momento", y JungKook gimió ante aquello. "—Eres una pequeña puta, te vistes así para mí, mnh", gruñó aún más alto, arqueando un poco su espalda y llevando su cabeza hacia atrás, tan jodidamente bueno.

Sus pieles chocaban y creaban aquel sonido tan obsceno que al mayor tanto le ponía. Los gemidos de JungKook eran los cantos que tanto amaba oír, quería oírlo pedir que fuera más rápido. Que quería que lo rompiera.

"—Uhg... JiMin-ah... más, por favor", rogó entre suaves sollozos de placer. Su cuerpo se sentía débil con cada estocada que recibía. Sus piernas comenzando a flaquear y su vista nublándose debido al placer que el mayor le brindaba.

"—Dime. Grita cuánto amas que esté jodiendo tu hermoso culo, cariño. Hazlo", le susurró en el oído con voz demandante. Su voz más ronca y gruesa de lo normal estaba volviendo loco a JungKook.

"—¡Dios! M-Me encanta, sí. Ah, a-amo que me jodas", gemidos, jadeos y chillidos salían de sus labios.

Sus piernas temblaron, y su cuerpo se sintió débil. Se había corrido, manchando su pecho y un poco la mesa. Un hormigueo recorriendo su cuerpo y su vista completamente perdida, nublada.

Le había fascinado.

Su cuerpo ya no tenía fuerzas, no podía moverse ni siquiera apoyarse pues sus piernas temblaban.

"—Quién diría que mi linda princesa es una zorra", gruñó y dos estocadas más y se corrió dentro, lanzando un gemido ronco, lanzando su cabeza hacia atrás y cerrando los ojos.

Sus respiraciones agitadas y sus pechos subiendo y bajando.

JiMin salió de él y se ganó una pequeña queja.

"—Es hora de dormir, bebé. A la cama", le murmuró, tomándolo en sus brazos.

"—Pero, quiero cambiarme de ropa".

"—Yo quiero que duermas con eso puesto", murmuró y ambos se sonrieron.

oh, daddy! ❀ jikook.Where stories live. Discover now