oh, daddy! ❀ jikook.

lo siento.

Habían pasado varios días desde aquella incómoda tarde. JiMin y JungKook no se habían visto desde ese acontecimiento, pero no porque el mayor no quisieran, sino por el menor.

Park aún no conseguía tener de vuelta su teléfono celular, por ello no le había texteado e inclusive iba a su casa, pero la madre del menor salía para avisarle que JungKook no quería verle. Sí, no quería.

No entendía por qué.

Pero ese día en especial había pensado en ir a buscarlo a su escuela y así poder arreglar las cosas.

Salió antes del trabajo para ir a buscarle, no quedaba muy retirada la escuela de su trabajo pero aún así decidió que era buena idea ir en su auto.

Una vez en el lugar esperó en el portón, hasta que su lindo novio saliera.

Cuando lo miró, caminó hasta él con una sonrisa en labios. No recibió una de vuelta.

"—¿Qué haces aquí?", preguntó JungKook mientras miraba al suelo, jugueteaba con sus pies y fingía tener interés.

"—¿Cómo que qué hago aquí? Vengo por mi novio", rió nervioso, ¿por qué Jeon se comportaba así?

"—¡Oh! Bueno, puedes irte ahora", alzó la mirada, encontrándose con unos ojos completamente confundidos. "—Puedo irme solo".

"—Jeon", JiMin le llamó cuando el nombrado comenzó a caminar. "—Jeon, ven acá y deja de ser tan infantil", no se giró y siguió su camino. JiMin bufó, pero fue tras él y lo abrazó por la cintura. "—Bebé", le susurró en el oído. El cuerpo del menor se estremeció entre sus brazos, JiMin sonrió.

"—Hyung, déjame. Debo ir a casa".

"—Deja que tu novio te lleve a casa y me cuentas qué es lo que te tiene así", volvió a susurrar y tras recibir un asentimiento se separó para tomar su mano con cuidado.

"—Bien".

[...]

"—Dime qué sucede, ¿por qué no deseabas verme," el mayor le miró de reojo pues estaba conduciendo.

Suspiró. "—Yo estoy realmente apenado con mi actitud", susurró suavemente.

JiMin rió suave.

"—¿Con tu actitud? No le encuentro algo malo a tu comportamiento, Jeon", mencionó, continuando con su vista fija en la carretera.

"—Yo no soy un buen novio, yo no soy como tú", sollozó. Aquello rompió a JiMin. "—Soy patético", rió amargamente. "—Soy un niño mimado, todo lo quiero. Quiero conseguir todo lo que deseo. Todo el tiempo soy yo y lo que quiero hacer", hipó. "—Nunca hay tiempo para lo que tú sientes, para lo que tú quieres. Nunca hago algo para hacerte feliz...".

"—Me haces feliz...".

"—Sé que no es suficiente", le miró. Sus ojos estaban repletos de lágrimas. "—Sé que te encantaría que hiciera cosas que te gustan a ti, contigo", JiMin bajó la mirada al suelo. Había dejado de manejar para poder prestar atención a las palabras de JungKook.

"—Ggukie, bebé...", relamió sus labios, no le gustaba verle llorar. "—Hey, escucha. Te amo, ¿bien? No necesitas hacer todas esas cosas conmigo. Sólo debes amarme, eso es lo que nuestra relación necesita para funcionar. Debemos amarnos y ya, no importa lo demás", le miró tranquilo.

"—Pero...".

"—Pero nada, si yo quiero complacerte es porque yo lo deseo, listo. Ya está, si no quisiera no lo haría", acarició su mejilla, secándola.

El menor cerró los ojos ante el suave tacto.

Los labios de JiMin chocaron contra los suyos en un beso tranquilo, dulce y lleno de amor.

"—Y sobre lo de la tarde anterior...", susurró sobre sus labios. "—No me opongo a que te vistas como desees, pero debes cuidar más eso, muchas personas no piensan igual que otras. No quiero que te hagan daño", besó castamente sus labios y volvió a conducir.

"—Te amo, Hyung".

"—Yo a ti, bebé".