oh, daddy! ❀ jikook.

no creo que sea divertido.

"—¿Qué juego?".

Aquella pregunta había quedado en el aire hace como dos minutos, sus miradas unidas y la sonrisa del menor haciéndose más y más grande.

"—Habla, JungKook. Me estoy desesperando", mencionó Park seguido de un gruñido. No le gustaba el suspenso.

"—Debes aceptar antes, así será justo".

"—No es justo".

"—Para mí lo es", el menor se cruzó de brazos y frunció su ceño. "—Si te lo digo antes de que aceptes no querrás jugar", hizo un pequeño mohín.

"—Entonces no vamos a jugar".

"—¡Dios! Eres un aburrido", rodó los ojos y se giró hacia la ventana, ignorando cada simple movimiento que el mayor realizaba.

Entonces JiMin recordó las palabras de TaeHyung y lo maldijo mentalmente por tener razón.

"—Está bien, jugaremos. ¿Ahora me dices de qué va el juego, mh?", suspiró fuertemente.

"—¿Seguro? Bien", aplaudió satisfecho y le sonrió de nueva cuenta. "—Debes estacionarte antes", JiMin frunció el entrecejo, pero obedeció. Apagó el auto y llevó su vista hacia su novio. "—De acuerdo, el juego va de... yo debo hacerte una mamada, Hyung, pero...".

"—Pero nada, no vamos a jugar esto. Niño, estamos en una vía pública, está mal y no...".

"—¡Park!", le interrumpió. "—Ya dijo que sí, no se puede negar ahora", un quejido por parte del contario se escuchó pero no hubo más. "—Bien, continúo con mi explicación. Okay, yo hago eso mientras tú manejas. No debes hacer ningún gesto ni mencionar algo porque te pueden oír o sospechar de ti. ¿Juegas? Recuerda que las opciones son Sí o Sí".

"—Ya qué. Si nos descubren tú serás el que las pague conmigo, ¿oíste?", le apuntó con su dedo índice, amenazándolo.

"—Sí, Daddy", susurró con una sonrisa burlona y comenzó a acomodarse entre las piernas de JiMin, quedando en el pequeño hueco bajo el volante. El anterior mencionado no podía creer aquella situación en la que estaba, por ello, cubrió la parte en donde se encontraba el menor con una manta.

JiMin arrancó el auto y comenzó a manejar tranquilamente, hasta que el menor decidió iniciar con su maldito juego. Unas manos deshaciéndose de su cinturón y bajando sus pantalones junto con su ropa interior, para después de aquello, sin más, tomar su miembro y comenzar a acariciarlo con suavidad.

"—¡Dios!", lanzó su cabeza hacia atrás y mantuvo sus ojos cerrados mientras soltaba aquel susurro. En ese momento esperaba a que el semáforo cambiara a verde y poder huir de ahí. Entonces, cuando aquello sucedió pisó el acelerador y comenzó a manejar hacia un lugar lejano a la ciudad.

Minutos de caricias habían dejado de ser, ahora la caliente boca de su menor mantenía su miembro envuelto, lamiéndolo y succionándolo como si de una paleta se tratase. JiMin ahogaba sus gemidos por el bien de ambos, pues no quería que los descubrieran haciendo ese tipo de cosas.

Pero no podría resistirse por mucho tiempo si tenía ambas manos masturbándole maravillosamente y aquella linda y caliente boca chupándole toda su extensión, no, maldición, no podría.

"—Maldita sea, JungKook".

Giró después de unas cuantas calles, se sentía tranquilo pues se encontraban en un bosque apartado de la ciudad, libre de gente chismosa.

Park se había deshecho de la manta y por fin podía ver como el menor subía y bajaba por todo su pene.

Jeon se separó sólo para ver a su novio, en su boca aún se encontraba el glande y no se veía con intenciones de dejarlo. A JiMin aquella escena le pareció tan buena que quiso incluso fotografiarla.

"—Deja eso y ven aquí", palmeó sus piernas y el menor obedeció, saliendo de aquel incómodo lugar y posicionándose en el cómodo regazo de su amante.

"—¿Qué pasó, Daddy? ¿No te gustó?", un pequeño gesto de desilusión apareció en su rostro.

"—Me encantó, pero ahora vamos a jugar a mi juego, ¿qué te parece?", mencionó JiMin mientras comenzaba a mover las caderas del menor para crear contacto.

"—¿Qué juego?", preguntó emocionado.

"—Es uno en donde... yo te jodo y tú gimes para mí", sonrió de lado. Sus ojos estaban completamente oscuros y JungKook estaba nervioso por eso, jamás lo había visto de aquella manera.

Jeon asintió levemente, comenzando a quitarse aquellos pantalones que tanto le había costado elegir.

El mayor sin preparación alguna empezó a entrar lentamente en él.

Quejidos de dolor salían de los labios contrarios a los de JiMin, por ello decidió unir aquellos con los propios en un beso algo necesitado y torpe.

"—O-Oh, más~", gimió. Movía su cadera velozmente, implorando por más.

Y Park no se negó a ir más rápido, llegando más lejos, golpeando más profundo y obteniendo más gemidos llenos de placer del menor. JiMin estaba cegado por la lujuria.

Sus pieles chocando bruscamente y JungKook sollozando por el placer mientras él soltaba alguno que otro gruñido era lo que se escuchaba en el auto. La incómoda posición no les impedía continuar y no tenían planeado parar hasta que ambos llegaran hasta el momento más esperado.

"—N-No puedo más", sentía cómo estaba a punto de llegar al clímax, por ello, llevó su mano hasta su miembro, comenzando a bombearlo al mismo ritmo de las estocadas que recibía. "—A-ah, mnh... Da-Daddy."

Y terminó ahí, manchando su lindo suéter y la camisa de su novio. Agotado, recostó su cuerpo sobre el del mayor, mientras el continuaba abusando su entrada con fiereza, llenándolo con su esencia minutos más tarde.

"—Bebé... ¿Bebé? ¿Te hice daño?", pregunta preocupado, se sentía un idiota.

JungKook negó levemente con su cabeza y se acomodósobre su novio, a lo que él sólo lo rodeó con sus brazos y besó su cabeza.Después haría algo bonito por todo lo malo que le hizo en ese momento.