mocoso. (( taegi ))

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"—¡Oh!¡Vamos!", el mayor continuaba alejándose de él. "—No podrás tenerme toda la vida así, YoonGi", Kim estaba molesto, bastante, pues el mayor se había atrevido a calentarlo pero no a terminar con todo aquello que había ocasionado.

"—Pues te tendré", contestó y giró los ojos con ligero fastidio.

"—Perfecto, ni te atrevas a buscarme, ¿ah?", y se fue directo a su habitación.
Min se sintió algo tonto, tenía razón, hace bastante no mantenían relaciones sexuales, pero es que ese niño era un abusivo.

Suspiró. No debía ser así, además, él también necesitaba sentir a su novio dentro y acariciándole cada rincón de su cuerpo.

Uno, dos, tres toques a la puerta café fue los que dio para que el menor saliera. Éste ni siquiera respondió.

"—¡Abre la puta puerta, Kim! ¡Estoy a un paso de arrepentirme!", gritó. Sabía que de aquella forma conseguiría que TaeHyung saliera del cuarto, y así fue.

La puerta fue abierta y sus labios no tardaron de ser atacados por los de su novio. Caminaron hasta la cama y el más alto aventó a Min sobre ella, comenzando a desvestirse. El de cabellos negros se había posicionado sobre sus rodillas, mordiendo sus labios al observar aquel perfecto cuerpo que su amante cargaba.

"—¿Te gusta lo que ves, gatito?", preguntó el menor, lascivo. Dio unos cuantos pasos, quedando a unos cuantos centímetros del contrario.

YoonGi sólo asintió. El más joven rió, quitándole la enorme playera que llevaba puesta.

"—Vamos a hacer algo, ¿bien?", YoonGi le mira curioso. "—Tenemos que guardar silencio, cada vez que hagas un ruido, por más mínimo que sea, yo te voy a dar unas cuantas nalgadas. ¿Qué opinas?".

"—No me he comportado mal, no las merezco", el contrario hizo un pequeño puchero. TaeHyung rió entre dientes, no le importaba, él iba a castigarlo.

"—Termina de desvestirte", ordenó el menor y el contario obedeció prontamente.

Kim estaba deleitándose con la hermosa imagen, YoonGi, su mayor, obedeciendo sus mandatos, ¿quién lo diría?

Le tomó de la mandíbula y lo obligo a mirarle. Después, le besó furiosamente, tocando cada centímetro de piel desnuda que el mayor mostraba.

"—Ahora vamos a disfrutar, ¿mnh?", rió TaeHyung. Tomó las esposas para después colocárselas al mayor, logrando que sus manos queden sobre su cabeza.

"—TaeHyung, por favor." le imploró pero el contrario ni se inmutó, en cambio, acarició sus lindas y pálidas piernas con añoro. Relamió sus labios y suspiró, comenzando a dejar fuertes palmadas sobre sus muslos.

Una sonrisa apareció en su rostro, sus lindos ojos marrones se habían convertido en la oscuridad misma. Se estaba cegando por la lujuria.

"—¡Ngh!", gimió agudo y lleno de dolor. Las enormes manos del contrario eran demasiado pesadas y los golpes eran totalmente dolorosos.

No saben cuánto tiempo pasaron, pero sí sabían cuánto TaeHyung lo había disfrutado, pues su sonrisa lo delataba. La piel pálida del mayor ahora se encontraba rojiza, abusada por los no tan suaves y delicados golpes recibidos.

"—Te ves precioso así, ¿te lo he dicho? Te ves jodidamente bien, sumiso. Me encantas", y volvió a reír, asustando a Min por unos segundos.

Y tomó su miembro, comenzando a acariciarlo lentamente escuchando atentamente los suaves gemidos y jadeos que soltaba el mayor. Y... ¡joder! Con aquellos sonidos cada vez se ponía más y más, necesitaba entrar en él lo más pronto posible.

"—¿Te gusta, bebé?", apretó el glande y el contrario gimió ronco. Sonrió burlón y tomó su propio miembro, soltando antes el de su novio.

Se acercó hasta sus labios, dejando un suave y casto beso en ellos, después se preparó para comenzar con lo que más ansiaba.

Entró en el mayor de una sola estocada, yendo a una velocidad increíble. Entrando y saliendo del mayor con rapidez.

Sus pieles chocando, el calor invadiendo y los sucios sonidos acabando con el silencio de aquella oscura habitación.

"—Ah, T-TaeHyung", soltó un gemido agudo, sorprendiéndose hasta a sí mismo. Tomó las sábanas con sus manos y las apuñó, no encontraba una manera de sacar todo el placer que sentía. Sus caderas meciéndose, pidiendo más. Deseando más.

TaeHyung entendió y fue más rápido, golpeando más fuerte y disfrutando más el momento. El mayor cerró sus ojos, el placer le estaba volviendo totalmente loco. Su pene estaba completamente hinchado, y el cosquilleo en su zona baja apareció. No duraría más de lo que quisiera.

Kim palmeó con rudeza su trasero y gruñó terriblemente. También sentía cómo pronto llegaría a su ansiado orgasmo. Una, dos y tres estocadas más y el mayor se corrió, manchando sus abdómenes con su esencia. Los espasmos invadían su cuerpo, su vista borrosa y un hormigueo recorriéndole entero, ¡demonios! Había sido tan bueno.

TaeHyung salió de él y comenzó a masturbarse frente a su cara, su miembro tan cerca de su rostro. Se veía tan delicioso y las ganas de tenerlo en su boca aparecieron de repente.

"—Abre tu boca. Vas a tragarlo todo", gruñó. Su cabeza se fue hacia atrás y toda su semilla manchó el rostro de YoonGi. "—Mi... ah", el mayor lamió y tragó todo lo que pudo para después sonreír satisfecho.

"—Me encantó y todo pero...", pausó e intentó moverse, fallando por completo. "—¿Podrías desamarrarme, Daddy?", un puchero apareció y TaeHyung sonrió de lado.

"—No, aún no terminamos".

oh, daddy! ❀ jikook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora